Julen Lopetegui tendrá que realizar rotaciones por obligación al margen de las que haga para repartir méritos entre los menos titulares. Para el partido del domingo a las 21:00 -LaLiga ha vuelto a cambiar los horarios, ubicando el sábado los vinculados al Villarreal y el desenlace de título y descenso- no podrán jugar por sanción Acuña ni Diego Carlos.

Ambos deben cumplir un partido de suspensión, aunque por dos razones distintas. El lateral vio la quinta amarilla y cumple castigo disciplinario por acumulación de amonestaciones. Y el central vio dos amarillas, por lo que su castigo está causado por su expulsión.

El caso de Diego Carlos es curioso, porque ya con la primera amarilla habría cumplido un partido de sanción, dado que era la décima de toda la Liga, es decir, el segundo ciclo de cinco. En total ha visto 11, aunque es su primera expulsión.

El central sevillista tiene la suerte de que vio esa doble amarilla la penúltima jornada. En caso de haberla visto anteriormente, habría cumplido un partido de sanción por doble amonestación y se habría quedado como antes del partido, apercibido de sanción que habría tenido que cumplir en cuanto hubiese visto otra amarilla. Pero los castigos disciplinarios por acumulación de amonestaciones no se trasladan de una temporada a otra.

En el verano de 2019, la Real Federación Española de Fútbol varió el articulado de la regla 112, del Código Disciplinario, derogando la anterior regla por la que las sanciones por acumulación se trasladaban a la siguiente temporada.

Añadió un punto 4 que decía así: "La regla contenida en el apartado primero (la sanción de un partido por acumulación) no será de aplicación en aquellos casos enque la amonestación con la que el jugador cumpliría el ciclo a que esta norma hacereferencia, tenga lugar en el último partido que el club dispute en la competición deque se trate".

Así, Diego Carlos estará limpio de amonestaciones cuando empiece la siguiente temporada, si es que siguiera perteneciendo al Sevilla y jugando en la Liga española. En su primer año fue amonestado 12 veces en 45 partidos, siete en la Liga, cumpliendo un partido de suspensión. Y en la segunda campaña ha visto las mismas 12 amonestaciones, 11 en la Liga, en la que ha sufrido su primera expulsión en el Sevilla, por lo que cumplirá su segundo partido de suspensión. 

Es un caso distinto al que sufrió Banega en el final de la temporada 2018-19, cuando fue expulsado en Montilivi por agredir a un rival con los pies en el pecho, poco después de ver una amarilla que era la quinta y ya acarreaba sanción. Le cayeron cuatro encuentros de suspensión.

El argentino se perdió los tres últimos partidos de aquella temporada, uno por acumulación, y dos de los tres por su acción violenta. El cuarto, el tercero por la roja, ya lo cumplió en el inicio de la siguiente temporada (se perdió el Espanyol-Sevilla), ya con Julen Lopetegui.