Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, vaticinaba el pasado jueves, al analizar el sorteo de Champions, unos “tumultuosos” días finales para el Sevilla en el mercado de fichajes. Y nadie mejor para un tumulto que Lucas Ocampos, pura fogosidad. Cuando se abrió la ventana estival, el extremo argentino era uno de los jugadores preferidos para dar salida y engrosar las arcas sevillistas, pero no ha sido hasta ahora cuando ha llegado un interés real, sólido. Proviene de Ámsterdam. De un aristócrata del fútbol europeo, como es el Ajax. El club neerlandés, según diversas fuentes, ya ha contactado con el jugador, que a sus 28 años habría decidido aceptar la propuesta para cambiar de aires.

Y ahora es el Sevilla el que aguarda ansioso que esa operación cristalice en una oferta. En el país oranje, se desliza ya una cifra: 24 millones fijos más 3 en variables. Si es así, a Monchi le brillarán los ojos.

El Ajax acaba de traspasar al extremo brasileño Antony al Manchester United a cambio de 100 millones de euros y va contra el reloj para cubrir tamaño hueco. Ahí entra en escena la figura de Ocampos, aunque también la de Hakim Ziyech, el marroquí con pasaporte neerlandés al que, según diversos medios británicos, el club de Ámsterdam quiere recuperar después de que lo traspasara al Chelsea en 2020 a cambio de 40 millones de euros. Se habla de una cesión. Y si esta operación se consuma, habría que confirmar si descartaría la de Ocampos. Puede que no sea así y que sean los dos los que recalen en la Eredivisie.

El tiempo corre de forma inexorable hacia las 24 horas del jueves 1 de septiembre, momento del cierre del mercado. A Monchi no le queda mucho margen ya para contratar a ese refuerzo que el propio José Castro reconoció el miércoles que están gestionando. Se trata de un delantero con gol, que es lo que más le urge a Julen Lopetegui. Y si el Ajax llega con esa propuesta por Lucas Ocampos en torno a los 25 millones, que en el Sevilla se daría por buena, serían hasta dos las operaciones que se pueden cerrar para la configuración definitiva de la plantilla sevillista de la temporada 2022-23.

A la ficha libre que ya existe se añadiría la de Ocampos, que además aliviaría la masa salarial con su marcha a la Eredivisie. Percibe unos 1,7 millones netos al año y su contrato acaba en junio de 2024.

El bravo extremo describe una clara línea descendente en el Sevilla desde su fabulosa irrupción en su primera campaña, la 2019-20, que acabó con 17 goles, 14 de ellos en la Liga, y un enorme peso específico en el juego del Sevilla como extremo derecho. Mostró una contagiosa intensidad, entrega y llegada, sobre todo desde el extremo derecho. Con la llegada de Suso, se fue desplazando más hacia el ala izquierda del ataque y ahí empezó a perder trascendencia su juego.

En las dos últimas campañas, Ocampos ha trazado una línea muy irregular, que lo ha llevado a quedar fuera de la selección argentina después de haber entrado con fuerza en la misma gracias a su espectacular campaña 2019-20.

El fogoso jugador de Quilmes no termina de recuperar su nivel. Es más, su inicio de temporada ha venido marcado por su atropellado juego, reflejado en la destemplada entrada al lateral Olaza en el Sevilla-Valladolid, que desencadenó la tángana en la que el peor parado de los sevillistas fue Acuña, expulsado.

Un cambio de aires en una gran ciudad como Ámsterdam, en un club top de Europa y que juega Champions, es sobre el papel un atractivo plan para un jugador que necesita relanzar su carrera cuanto antes si quiere que Lionel Scaloni, seleccionador argentino, vuelva a tirar de él para el Mundial de Catar.

Fuentes cercanas al Sevilla incluso afirman que Ocampos ya ha comunicado a sus compañeros de vestuario que ha tomado la decisión de irse al Ajax.

Ahora, todo está en que el club neerlandés ponga cuanto antes sobre la mesa esos 24-27 millones de euros para que Monchi acelere esas gestiones abiertas y complacer así a Lopetegui.

La primera necesidad radica en la línea delantera y ahí Monchi juega a varias bandas. El Elche sigue cerrado en exigir 20 millones de euros por el traspaso de Lucas Boyé, cuya cláusula de rescisión es de 25 millones y es el punta que prefiere Lopetegui. El delantero argentino de 26 años, lógicamente, es muy receptivo a una salida, pero el Elche ve insuficiente la oferta de 10 millones que le han hecho llegar.

Desde Almería, fuentes consultadas por este periódico afirman que el Sevilla ha activado ahora su interés en el nigeriano Umar Sadiq, quien tan buen partido realizó contra los de Lopetegui el pasado sábado, con gol incluido. El Almería lo tasa en 20 millones, el Sevilla piensa en 15. También la Real Sociedad, con 70 millones bien frescos tras vender a Isak al Newcastle, se ha dirigido al Almería por el espigado africano.

Una posibilidad que se alejó es la del espanyolista Raúl de Tomás, que sigue fuera de la disciplina del equipo que entrena Diego Martínez. Y eso que desde Barcelona se desliza ahora que el Espanyol estaría dispuesto a ceder al goleador siempre que el club de destino acepte el pago íntegro de su ficha.

Y si finalmente Ocampos (o Munir, o Gudelj) sale y son dos las fichas libres, no se puede descartar que recale en el Sevilla otro fichaje, además del punta. Un medio de corte defensivo que comparta el rol con Fernando Reges.