Nuevo capítulo en la lucha accionarial del Sevilla, centrada ya claramente en la beligerancia entre José María del Nido Benavente y José María del Nido Carrasco. El ex presidente y el actual vicepresidente primero, con las relaciones rotas salvo en los vínculos jurídicos vigentes, son las cabezas visibles de las dos posturas encontradas entre los grandes accionistas.

En datos objetivos, este nuevo episodio tiene dos asuntos enfrentados: el padre ha presentado una demanda en lo Mercantil para disolver la agrupación de acciones que realizó en 2018 para introducir a tres representantes en el consejo, incluido su hijo. Y éste, como administrador único de Nervión Grande S.L., una de las personas jurídicas de ese trío, destituyó al representante de dicha sociedad en el consejo. Jordi Marín sustituye a José María Manzano, que era fiel a la política de Del Nido padre y contrario a la de José Castro.

De iure, el cambio de Marín por Manzano no afecta a la representación de Del Nido Benavente en el consejo: sigue teniendo a tres consejeros, que ahora son Del Nido Carrasco, Jordi Marín y Enrique de la Cerda. De facto, la realidad es que a Del Nido padre sólo le queda como auténtico portavoz de sus intereses en el consejo Enrique de la Cerda, dado que Marín es afecto a Del Nido Carrasco, que con tal efecto lo ha nombrado representante de Nervión Grande S.L. Es decir, hay un trasfondo de poder real en todo este nuevo episodio.

Nervión Grande S. L., en el artículo segundo de sus estatutos sociales, define cuál es su finalidad: "El objeto de la Sociedad lo constituye la explotación de negocios relacionados con la actividad de fútbol, en especial, la compra venta de acciones de cualquier entidad deportiva". Su capital social es de 3.000 euros según la plataforma de información empresarial y societaria eInforma.

Creada el 25 de abril de 2018 por Del Nido Carrasco, cuando aún iban de la mano padre e hijo, tiene tres socios, el propio vicepresidente actual del Sevilla, Jordi Marín y Miguel Ángel del Nido Carrasco, que tampoco toma ya parte en las decisiones y también rompió relaciones con su hermano.

Aquel año 2018, Del Nido padre se acogió al derecho de representación de las minorías para introducir a tres miembros en el consejo sobre 32.000 acciones, a saber: su hijo mayor, José María, Enrique de la Cerda Cisneros y Nervión Grande S.L. En 2020 se produjo la ruptura entre padre e hijo, cuando aquél rompió el pacto de gobernabilidad suscrito con la parte de José Castro en noviembre de 2019 y se alió con los Americanos para remover todo el consejo y retomar el poder. Y con el vuelco de ahora, sólo es ya el nieto de José Ramón Cisneros Palacios el representante real del ex presidente en el consejo.

La demanda presentada por Del Nido padre incluye la petición de medidas cautelares para que esa agrupación de 32.000 acciones se disuelva antes de la próxima Junta de Accionistas, que está previsto que retome su fecha en diciembre, después de que saliera derrotado en la Junta del pasado octubre, la del mando sin pilas. De esa forma, sí estaría habilitado a representar por sí mismo, y no de forma delegada, sus acciones a título particular.

Además, es más que probable que Del Nido Benavente presente otra demanda en el Juzgado de lo Civil para solicitar la revocación total de la representación de sus acciones en el Sevilla por parte de su hijo, ya que entiende que, siendo el accionista mayoritario a título particular, su primogénito no está defendiendo sus intereses.

Esas dos demandas se unen a las que están en curso: la que Castro y sus aliados presentaron en lo Mercantil y sobre la que el juez se declaró incompetente, por lo que pasará a lo Civil, contra Del Nido padre por incumplir el pacto de gobernabilidad aún vigente; y otra reclamación de 30 millones de euros a Del Nido padre, de antes de Navidad, por la venta del otrora presidente de 3.000 acciones a los Americanos, que representan a 777 Partners.

El galimatías es tremendo. Manzano entró en el consejo en 2012 -salió en 2015 y regresó en 2019 como portavoz de Nervión Grande S.L.- con Del Nido de presidente pero de la mano de Castro, que lo conocía de Utrera, y luego se volvió contra éste desde el inicio de las hostilidades hace dos veranos. Y Del Nido Carrasco se unió a Castro, cuando entró en el consejo por su padre, tras la ruptura de éste del pacto de gobernabilidad, en julio de 2020.