La plantilla del Sevilla regresó a los entrenamientos este sábado, después de tres días de descanso por Navidad. Lo hizo con una doble sesión más por necesidad que por razones táctico-técnicas: por la mañana los futbolistas tuvieron contacto con el balón, de forma individual, mientras se conocían los resultados de las pruebas PCR. Pero todos se ejercitaron, salvo los lesionados de larga duración, es decir, Vaclík y Escudero, que continúan con sus procesos de recuperación por sendas lesiones traumáticas. Fernando, que terminó tocado en Mestalla, también se ejercitó.

Ya por la tarde fue la sesión grupal. En las imágenes que difundió el club a través de su cuenta de Twitter se pudo apreciar a Fernando incluso tocando balón, lo que indica que ha superado el golpe que sufrió en el tobillo en Valencia, y que hacía dudar sobre su estado en esta vuelta a los entrenamientos antes de retomar la competición liguera.

El mediocampista brasileño, pieza clave del entramado de Julen Lopetegui, tiene sobre sí la espada de Damocles de un apercibimiento de sanción que lo puede privar de jugar alguno de los importantes duelos en el tramo duro del calendario que llega a principios de año. Si viera la amarilla ante el Villarreal el martes, no podría jugar el derbi; y si la viera en Heliópolis, se perdería el duelo en Nervión ante la Real, previo a la visita al Atlético de Madrid el martes 12 de enero.

El club no alertó de que hubiera ningún positivo en Covid-19, por lo que Lopetegui podrá contar con todos sus efectivos salvo los dos lesionados.