El Sevilla acelera para rematar una plantilla de Champions y ha entrado en una semana clave en la que se van a producir movimientos, aunque una de las premisas que espera la dirección deportiva es que algunas salidas se hagan efectivas.

Más que un deseo, es una necesidad urgente, ya que la dirección deportiva se ha quedado prácticamente sin margen salarial para poder inscribir nuevos jugadores y Monchi tiene en la puerta esperando a algún refuerzo. Y es que el ex guardameta está llevando a cabo algunas negociaciones y uno de los jugadores que pueden recalar pronto en la plantilla sevillista es el holandés de 24 años Oussama Idrissi, versátil extremo del AZ Alkmaar que, según avanzó El Desmarque, estaría cerca de convertirse en futbolista del Sevilla.

En Holanda remiten que el jugador está apartado de la plantilla desde la eliminatoria de Champions en el que su equipo cayó eliminado ante el Dinamo de Kiev este mismo mes de septiembre, presumiblemente por una negativa a renovar o por una inminente salida. Su contrato expira en 2022 y, según la prensa holandesa, clubes como Nápoles o Wolverhampton han mostrado interés en el jugador.

Lopetegui necesita extremos para su sistema habitual de 4-3-3 y este futbolista, nacido en Holanda pero de nacionalidad marroquí e internacional con la selección norteafricana absoluta pese a que jugó en todas las inferiores de Holanda hasta la sub 21, es una excelente oportunidad por las prestaciones que ofrece. Juega habitualmente como extremo izquierdo, aunque no es zurdo, y también puede hacerlo en la derecha.

Formado en la cantera del Feyenoord y también ex jugador del Groningen, actuó la pasada campaña en 40 partidos oficiales, marcando 17 goles y dando 10 asistencias.

Monchi ha hecho avances en la operación y su precio puede superar los 12 millones de euros que figuran como valoración en su perfil en Transfermarkt.

Pero antes debe resolver el problema con el lastre que se ha encontrado con los cedidos, que limitan mucho el margen para el tope salarial que marca la Liga.

En este sentido, el Sevilla está negociando con Roque Mesa la rescisión de su contrato, para lo que el canario, pese a tener ofertas por tres años que compensarían sobradamente la única temporada que le queda en el Sevilla, está poniendo trabas. El jugador pueda acabar en el Valladolid, con el que parece que ya ha llegado a un acuerdo, con la carta de libertad, pero no está poniendo las cosas fáciles.

En la misma situación prácticamente se encuentran Amadou, Aleix Vidal y Corchia, toda vez que Gnagnon, siguiendo al pie de la letra las palabras de Monchi la última vez que se refirió a él, tiene otra oportunidad.

Igualmente, la situación de Carlos Fernández tiene ahora mismo paradas las intenciones de Monchi para el ataque. Las dudas de En-Nesyri ante el gol han dado peso a la teoría de que el ataque necesita más nivel para competir en una temporada tan dura como la que espera al Sevilla con la Champions y con las aspiraciones que hay en la Liga. De Jong es de la máxima confianza de Lopetegui y encima ahora está encontrando el gol que antes se le negaba, pero el proyecto requiere otro goleador acreditado.

Monchi tiene el perfil y rápidamente iría a por él en cuanto tuviera margen de acción, pero las ofertas por Carlos Fernández no han cristalizado en la cantidad que espera el Sevilla. El polaco Arkadiusz Milik y el madrileño Raúl de Tomás son dos de los objetivos a por los que se lanzaría el de San Fernando en caso de tener las condiciones idóneas.