Durísima derrota del Sevilla en su visita al Girona, que mantiene el liderato de la Liga con un partido más que el Real Madrid. El gol inicial de Isaac, el tercer del chaval de Lebrija con el primer equipo, y primero en la Liga, fue un espejismo. En apenas seis minutos, Dovbyk realizó tres goles que le dieron la vuelta al marcador. Ya en la segunda mitad, los goles de Tsygankov y Stuani condenaron a una derrota humillante al equipo de Quique Flores.
El técnico madrileño no supo frenar la sangría y erró al situar a Jesús Navas como perro de presa de Miguel González, que juega en la fase ofensiva como interior, abandonando la banda. Ahí Savio creó una autopista que fue un calvario para Nianzou, quien aun así se rehízo conforme pasaron los minutos, pero fue presa del brasileño en los primeros goles de la remontada, el empate y el 2-1.
En el 3-1, Dovbyk dejó en evidencia a Sergio Ramos, que no tuvo capacidad ninguna para refrenar el vendaval del Girona. Tampoco respondió la zaga cuando Marcao entró en la segunda parte por Badé.
Al menos, pudo debutar Hannibal, que le dio a Mariano quizá la mejor ocasión de la segunda parte. Tuvo participación y buenos movimientos. Y reapareció Lamela tras dejar atrás su lesión.
La derrota el viernes del Cádiz en Mendizorroza, que provocó la destitución del técnico Sergio González, impide que el Sevilla caiga a puesto de descenso.
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