Jules Koundé vivirá hoy probablemente el mayor hito en su corta pero fulgurante carrera deportiva. El zaguero sevillista ha pasado de la especie de depresión que le produjo hace aproximadamente un mes y medio su frustrado fichaje por el Chelsea, el vigente campeón de Europa con el que tenía cerrado un acuerdo por cinco temporadas, a vivir activamente y con protagonismo directo la posibilidad de ganar un título con la selección absoluta de Francia, en la que prácticamente debutaba el pasado verano, justo antes de la Eurocopa de Naciones.

El defensa sevillista disputa esta noche en San Siro y ante España la final de la UEFA Nations League, un gran acontecimiento deportivo que pone al jugador nacido en París en el gran foco del panorama futbolístico mundial y a la altura de las estrellas más grandes del continente, con Kylian Mbappé como mascarón de proa.

El joven futbolista por el que el Sevilla lleva dos años rechazando jugosas ofertas de la Premier que han sobrepasado los 50 millones de euros sigue creciendo en experiencia al más alto nivel y, por ello, su cotización debe seguir subiendo. Koundé, tras un amago de rebelión cuando no viajó a Elche con el equipo de Lopetegui al cerrársele la posibilidad de firmar por el Chelsea, ha ido poco a poco concienciándose de que debe seguir haciendo las cosas bien en el Sevilla para subir escalones.