Seguro que Julen Lopetegui no estará muy de acuerdo con que en la web oficial del Sevilla se destaquen a bombo y platillo unas estadísticas que ciertamente dejan en muy buen lugar al entrenador guipuzcoano, pero que, en su opinión, distraen del objetivo más que ayudan.

Los resultados tienen al Sevilla como el equipo más en forma y los nombres de algunos de sus futbolistas circulan por todo el continente: En-Nesyri, Bono, Koundé... Ello gusta a cualquier entrenador en la medida de que es señal de que las cosas se están haciendo bien, pero el precio a pagar es el ruido que se genera alrededor del equipo, lo que ya no agrada tanto a los técnicos.

El Sevilla destacaba ayer una de estas estadísticas que ponen al actual entrenador nervionense en la cresta de la ola. El equipo de Lopetegui, con nueve victorias consecutivas, algo que no lograba enlazar el Sevilla desde octubre de 2008, es el que suma mayor porcentaje de triunfos en la presente campaña, desde junio pasado, con un 68% de partidos ganados con respecto a los disputados, es decir 34 victorias de 50, con 9 empates y sólo 7 derrotas. Incluso supera el Sevilla de Lopetegui en porcentaje de triunfos al Atlético de Simeone, que acumula un 65,8% (27 de 41), así como a Real Madrid y Barcelona, con 64,3% (27 de 42) y 63,8 (30 de 47), respectivamente.

Además, uniendo sus dos campañas, Lopetegui ha igualado a Jorge Sampaoli como el entrenador con mejor balance de triunfos de la historia del Sevilla, con un 55% de victorias, aunque el de Asteasu mejora al argentino al sumar un registro de derrotas más bajo. Igual que de goles encajados. Bono está a un partido de superar a Palop en su récord vigente de imbatibilidad (780 minutos) y los números de partidos sin encajar son impresionantes, con 44 encuentros de 89 desde que llegó el ex seleccionador al banquillo (un 49,4%). Esta temporada lleva 18 porterías a cero de 35 partidos, 7 de ellas consecutivas.

Seguimos con marcas para temblar: el Sevilla actual es el segundo mejor de la historia en cuanto a resultados tras la disputa de 22 jornadas de Liga, con 45 puntos, uno menos que el del propio Sampaoli (46) en la campaña 2016-17, en la que acabó cuarto, y dos más que el equipo que peleó por el título en la 2006-07, con Juande Ramos en el banquillo, y que acabó finalmente tercero tras perder sus opciones en Palma de Mallorca.

La referencia del año de Sampaoli es muy positiva, ya que el de Casilda puso el listón muy alto hasta la jornada 25, cuando llegó a los 55 puntos, pero de nuevo su deseo de abandonar el proyecto y convertirse en seleccionador argentino hizo resentirse el nivel de resultados, produciéndose un bajón considerable que acabó con el equipo sin opciones de pelear con los grandes, como había apuntado y acabar con 72 puntos, cuatro menos que la marca que colocó Unai Emery en la 2014-15, 76, la mejor puntuación de la historia para el club nervionense.

“Las estadísticas no nos ayudan y son más que nada para vosotros”, ha espetado en más de una ocasión Lopetegui cuando se le han recordado en sus comparecencias de prensa. El artífice, claramente, huye porque sabe que lo único que se consigue con repetirlas es que se rompan, pero los números, las marcas y los récords están ahí y nadie los puede borrar.