Del engaño de Sergio Ramos al portero que esperaba un Panenka a la desgana de Januzaj

Clasificación cómoda para el Sevilla en su visita al modesto Atlético Astorga. El cuadro nervionense sumó el segundo triunfo a las órdenes de Diego Alonso, pero su fútbol, sobre todo en la primera mitad, fue bastante discreto.

Sergio Ramos | El portero creyó que le pararía un Panenka

Diego Alonso recurrió a él para tener a un futbolista con jerarquía sobre el césped e incluso se puso por primera vez el brazalete de capitán. Salvo un error impropio de él en un pase, cumplió de sobra contra un rival tan endeble e incluso se notó su marcha del campo, pues ahí llegaron dos ocasiones maragatas por el centro de la defensa. Curiosa su ejecución del penalti. Parrado se quedó parado esperando el tiro a lo Panenka y la tocó al costado. Fácil.

Rafa Mir | En el tramo final falló goles de todos los colores

Cuando el marcador ya estaba decidido con el 0-2, también antes en una jugada en la que llegó hasta el área Darío con el 0-1, falló goles de todos los colores. Es increíble que no sea capaz de definir siquiera ante un rival tan inferior y que da tantas ventajas para pensar las decisiones y los caminos a tomar en los golpeos. Pero no, Rafa Mir se empeñó en fallar un gol detrás de otros y se despidió del partido con tres oportunidades clarísimas para reinvindicarse al menos.

Manu Bueno | Tanto él como Darío sí quisieron competir

Dentro de un nivel de absoluta desidia, sobre todo en la primera mitad, sí destacó el fútbol del medio centro zurdo y también del lateral derecho Darío. El fino centrocampista jerezano aprovechó el tramo más complicado de la segunda mitad para tratar de que sus compañeros se implicaran en el toque para imponerse al Atlético Astorga. Sólo le faltó un disparo para anotar un gol y ganarse más sitio aún. En cuanto a ganas, como Darío también.

Januzaj | Menos mal que provocó el penalti, qué desgana

Titularidad para el belga para que demostrara que tiene cero ganas de hacerse con ese puesto en el transcurrir liguero. Él cobra como el primero, una excelente soldada gracias a quien trabaja ahora con toda la libertad del mundo, pero a la hora de implicarse y de ganarse esos millones de euros libres de impuestos nada de nada. Al menos, el Sevilla sí le tiene que agradecer que se diera esa media vuelta y provocara que Álex Matos picara como un pardillo para el penalti.