Sevilla FC

Sergio Rico: fin a una relación sin visos de reconducción

  • Los errores pesaron más que los aciertos y la sentencia al portero ya era inapelable por buena parte del sevillismo

Sergio Rico celebra con Thiago Silva y Kimpembe la remontada ante el Atalanta.

Sergio Rico celebra con Thiago Silva y Kimpembe la remontada ante el Atalanta. / Rafael Marchante (Efe)

Desde ayer, con su traspaso al Paris Saint-Germain, Sergio Rico es pasado en el Sevilla. Una parte de la afición sevillista acogió de buen grado la marcha de este sevillano que el pasado día 1 cumplió 27 años y que fue el penúltimo jugador en debutar como sevillista en la selección absoluta española. Sus capítulos negativos en la portería sevillista supusieron una sentencia inapelable para no pocos aficionados y ese clavo torcido ya no había modo de enderezarlo. Monchi lo sabía y esos 6 millones de euros han sido recibidos de muy buen grado para futuras inversiones, ahora que las ofertas escasean y el mercado sufre una desesperante inactividad por la crisis del Covid-19.

La alargada figura del subcampeón de Europa aparece en las instantáneas de algunos partidos contemporáneos de tronío en el club de Nervión, como aquellas dos citas contra el Borussia Mönchedgladbach o la ida ante la Fiorentina en semifinales, camino de la cuarta Europa League (2015), la temporada en la que se abrió paso en la primera plantilla de la mano de Unai Emery. Relevó a Beto en la jornada 21ª y desde ahí lo jugó todo hasta el final.

Sobre todas sus actuaciones sobresale aquella victoria ante la Juventus, entonces subcampeona de Europa, en la fase de grupos que aseguró la tercera plaza camino de otra Europa League, la quinta (2016).

Pero los dientes de sierra describen su trayectoria como sevillista y muchos no le perdonan sus fallos de concentración, su blandura en las salidas a pesar de su talla (1,91 metros) o su desacertada colocación en sonadas actuaciones, como aquel gol del getafense Ángel tras un fácil balón llovido que no blocó u otro tanto similar, a los pocos días, ante el Leganés en la ida de las semifinales coperas.

Esa irregularidad, más algunas inoportunas salidas en su vida privada, aireadas en las redes sociales, terminaron de distanciar a Sergio Rico con esa facción del sevillismo que lo sentenció y, tras una primera cesión al Fulham (2018-19), ha completado otra al PSG.

Al final, el opulento club galo, entre el interés de clubes como la Lazio o el Valencia por el guardameta, se lo pensó y rectificó. Rechazó en su día ejercer la opción de compra de 10 millones de euros, pero ha vuelto a llamar a la puerta del Sevilla y ambos clubes han redactado un nuevo contrato que reporta a la tesorería de Nervión seis millones de euros en concepto de traspaso de un jugador que tenía una ficha de cuatro millones de euros brutos en el club donde se hizo portero.

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