Sevilla FC

El debut de Sow propicia el fidedigno empate del Sevilla ante el Atlético (1-1)

Rafa Mir acaba de batir a Oblak para hacer el 0-1.

Rafa Mir acaba de batir a Oblak para hacer el 0-1. / John G. Mabanglo / efe

A veces un empate es mejor que un triunfo. Bueno, mejor que un triunfo no hay nada, pero si el resultado puede resultar engañoso y el objetivo no es otro que calibrar el estado de un equipo, pues sí puede darse esa paradoja. Es lo que le sucedió al Sevilla con el Atlético de Madrid, ante el que no mostró una superioridad tal como para plasmarla en el marcador, aunque pudo hacerlo con tres arreones al final con la participación del debutante Djibril Sow y dos ocasiones clarísimas de Rafa Mir e Idrissi.

José Luis Mendilibar estaba esperando con ansia a ese futbolista que le diera más fibra y fuerza a su centro del campo y el buen estado de forma del mediocampista suizo lo instó a hacerlo debutar como sevillista tras apenas un día y medio de entrenamiento en San Francisco.

Fue pisar el horrible campo -césped blando e irregular, masticado ya por el Betis-Real Sociedad jugado antes, una línea de béisbol que instaba a confusión junto a una banda- el mediocampista suizo y marcar el Sevilla. La jugada empezó precisamente con un robo y una buena entrega de Sow, quien cedió a Pedrosa, cuyo lanzamiento en largo se lo ganó con coraje Rafa Mir a Savic. El delantero murciano se plantó ante Oblak y lo batió con clase por abajo (66’). Pero el empate posterior de Correa hizo justicia, porque el Atlético demostró que es un equipo completamente cuajado y sacó a todo su arsenal, de partida o con los cambios, ante un Sevilla aún en construcción y con importantes ausencias. De ahí el mérito del empate que pudo ser victoria.

La banda izquierda, sin dueño claro aún

De momento, Mendilibar cerró una convocatoria de 18 jugadores para el partido en la que no estaba En-Nesyri, seguía fuera el lesionado Nianzou y sí figuraba Djibril Sow. Tampoco estaban como suplentes Montiel, Acuña, Fernando, Delaney, Óscar, Tecatito ni Papu Gómez.

La elección del once inicial volvió a demostrar la ausencia de un extremo izquierdo claro. En esta ocasión se decantó por Óliver Torres, al que le costó entrar en juego pese a que intentó meterse hacia dentro dejando a Pedrosa el pasillo, que aprovechó el lateral catalán para crear inquietud por ahí.

Dmitrovic, que fue nombrado mejor jugador del partido, saca un balón a los pies de Depay. Dmitrovic, que fue nombrado mejor jugador del partido, saca un balón a los pies de Depay.

Dmitrovic, que fue nombrado mejor jugador del partido, saca un balón a los pies de Depay. / John G. Mabanglo / efe

Pero era bastante obvio que se enfrentaba un equipo en evolución a un equipo hecho, un Atlético con un once de Liga, con empaque en todas sus líneas y un juego más limpio, sobre todo en la construcción eléctrica de su juego, con rotaciones, permutas y rápidas combinaciones.

El arranque dejó en evidencia ese desfase. El Atlético, que apenas ha jugado cuatro amistosos en la concluida pretemporada, la mitad de un Sevilla en fase de criba, demostró su frescura con empuje. En el minuto 4 ya creó una ocasión clarísima, una triple oportunidad, con dos remates de Riquelme y Depay que sacó Dmitrovic y uno último de Griezmann que despejó la defensa.

Enfrente, al Sevilla le costaba tanto sacudirse esa presión como montar los ataques. Se veía perfectamente el contraste entre ese juego de memoria del Atlético y las acometidas corajudas del Sevilla.

Empuje del Atlético y reacción del Sevilla

El primer ataque del Sevilla llegó con un avance de Ocampos apoyándose en Jesús Navas que remató el propio argentino presionando en la línea de fondo a Mario Hermoso. Su disparo escorado fue al lateral de la red con intervención de Oblak (10’).

Ese arranque racial del argentino envalentonó a un Sevilla que se sacudió la fuerte salida atlética y empezó a volcar el partido hacia el otro campo, sobre todo gracias a su presión adelantada. Ganó muchos balones y monopolizó el juego durante unos diez minutos.

Pero el Atlético, con Griezmann bajando a dar continuidad y calidad a las triangulaciones, se fue sacudiendo ese tímido dominio sevillista. El partido se abrió de esta manera en una primera mitad con ritmo y alternativas que ayudaron a combatir y pautar los bostezos propios de la hora del partido aquí en España.

En ese periodo de reacción sevillista se sucedieron varias llegadas, más a trancas y barrancas y por fe que por buen juego. Suso puso a prueba a Oblak, que repelió su duro disparo con la derecha tras un balón ganado por Iván Romero (20’). Y Badé remató con el pie un centro del propio Suso en la jugada del córner.

Dmitrovic volvió a intervenir en un córner (26’) y sobre todo en un paradón a Carrasco, tras un demarraje por el pasillo central de De Paul (31’).

Fue poco antes de la mejor ocasión del Sevilla en este periodo, un remate a bocajarro del propio Iván Romero que despejó Oblak tras una dejada de Ocampos en un córner (37’). Inmediatamente llegó la réplica atlética: Koke remató alto, con todo a favor, un pase de la muerte de Depay (38’).

El debut de Sow y la mejoría sevillista

A la hora de juego debutó Djibril Sow. El mediocampista suizo entró en el cuádruple cambio que hizo Mendilibar, que ubicó ahora a Ocampos en la izquierda y a Manu Bueno en la mediapunta, con Suso en la derecha.

Apenas llevaba cinco minutos cuando el Sevilla logró adelantarse en el marcador en una buena acción del suizo, Pedrosa y Rafa Mir. Con los cuatro cambios del minuto 61, el Sevilla dio un pasito adelante y el Atlético contragolpeó con peligro, espoleado por Correa, que agudizó los ataques colchoneros. Un remate alto de Morata, solo ante Bono en el primer palo, tras un pase de Azpilicueta (76') fue la antesala del empate (84').

Pero el Sevilla, fiel a su estilo, agarrado a su capacidad de rebelarse y gracias a ese empuje de un Sow que lo hizo bien casi todo en su puesta en escena, terminó el partido achuchando de veras al equipo de Simeone. El zafarrancho final comenzó con un tirazo del propio Sow que hizo volar a Oblak (87'). Ahí aprovechó el Sevilla para plantar sus reales ante el área contraria, sin dejar salir ya al Atlético, y se sucedieron las ocasiones gracias al adelantamiento de líneas y la vibrante presión. 

Las dos ocasiones de Rafa Mir e Idrissi

En un mismo minuto, el 88, pudo llevarse el partido el Sevilla, una victoria que podría haber dejado una engañosa sensación triunfal cuando queda bastante por hacer. Sow robó en la frontal una pelota, recortó y disparó algo flojo. Oblak despejó y Rafa Mir, escorado, remató a bocajarro pero el meta checo sacó una mano junto a su cuerpo y casi inmediatamente, otro robo, esta vez en el área de Joan Jordán, propició otra ocasión clarísima de Idrissi, que la mandó arriba estando solo, tras botarle el balón delante.

Todo quedó en tablas y las conclusiones son que este Sevilla mantiene sus señas de identidad, incluso cuando faltan gente importante como Acuña, Fernando o En-Nesyri, y también que tiene todavía carencias que paliar: queda planificación. Hasta el final de agosto pueden pasar muchas cosas y el empate con el Atlético, sobre esa rebeldía y esa fe, no es mala cosa ante el debut liguero.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios