El Sevilla Atlético ha sufrido una dolorosa derrota en la mañana del domingo en el estadio Jesús Navas al caer frente al San Roque de Lepe por 1-2 a pesar de haberse adelantado en el minuto 15 del primer periodo gracias a un tanto de Carlos Álvarez. Los sevillistas tuvieron después clarísimas ocasiones para haber liquidado el encuentro, pero fue todo lo contrario, permitieron la remontada visitante en el segundo periodo.

El caminar del filial nervionense en la nueva categoría tras su descenso se ha torcido después del triunfo en la primera jornada contra el UCAM Murcia. Dos derrotas consecutivas, frente al Yeclano y ésta ante el San Roque, sirven como aviso de que la trayectoria no va a ser un camino de rosas. Ni muchísimo menos.

No les sirvió siquiera haberse adelantado muy pronto con un gol de habilidad de Carlos Álvarez, que aprovechó un rechazo de Robador en un disparo de Nacho Quintana desde el borde del área. El menudo centrocampista, el mejor de los suyos en todo momento, esperó el momento justo para colarle el disparo al portero por debajo de las piernas.

La ventaja plasmaba en el marcador las diferencias entre unos y otros, pero después los hombres de Alejandro Acejo se empeñaron en desperdiciar clarísimas ocasiones como las que tuvieron para haber decantado a su favor esta cita en una calurosa mañana en la ciudad deportiva.

Justo antes de los dos goles visitantes, obra de Pablo González (47') e Iván Robles (65'), el marcador se debió mover a favor de los sevillistas, pero en el primero fue Antonio Arcos quien no aprovechó que estaba absolutamente solo delante del guardameta después de un contragolpe protagonizado por Nacho Quintana. Su disparo fue muy flojo y fácil de atajar. 

Ya con el 1-1 un extraordinario pase de Carlos Álvarez dejaba también en solitario a Nacho Quintana, quien disparó desde casi el punto de penalti para que el portero, Robador, lo sacara con el pie en una parada de balonmano. En la siguiente jugada se produciría el segundo gol del lateral Iván Robles, quien llegó por la derecha para rematar a la primera un centro pasado.

Pese al 1-2, el filial sevillista siguió insistiendo y volvió a tener oportunidades clarísimas para haber empatado, pero ninguno de sus jugadores estuvo acertado, sobre todo en una jugada con varios remates en el área pequeña y disparo final de Pablo Pérez con su pierna derecha que acabó siendo repelido por un defensa casi en la misma raya de gol. También Musa tuvo un remate a bocajarro antes de que ya fuera remitiendo el dominio local entre continuas interrupciones del juego permitidas por el árbitro, José María Aranda Delgado, que no estuvo a la altura de las circunstancias en esos momentos finales.