La grandeza de un equipo se mide en la cantidad de situaciones nuevas y complicadas que es capaz de resolver. El Sevilla de Lopetegui se encontró ayer con un equipazo, un Manchester United a un nivel superior en lo físico y en lo futbolístico que lo puso a prueba como quizá no lo ha hecho ningún otro equipo a lo largo de la temporada.

El Sevilla tuvo que emplearse a fondo en una zona en la que no está acostumbrado a defender, en el bloque bajo y al borde del área, donde las paredes y la calidad de los ingleses se hizo patente. Afortunadamente apareció Bono y el equipo supo tener tranquilidad para respirar con balón y buscar los puntos débiles del rival, como ya había apuntado en la primera mitad.

Defensa

Los de Lopetegui perdieron en el inicio el pasillo central. Fred y Pogba pusieron un ritmo muy fuerte y el Sevilla no supo poner freno ahí a los ataques del Manchester. Además, En-Nesyri no encontraba el sitio y se producían pérdidas que le daban vida a los red devils y facilitaban que llegaran al borde del área con la superioridad que generaban Rashford y Greenwood por dentro junto a Martial también. En cambio, las bandas estaban bien cerradas.

Esos momentos de crisis también se repitieron en el inicio de la segunda mitad. Los equipos de la Premier League en general tiene un físico superior y una plantilla hecha con un presupuesto de cerca de 800 millones tiene que notarse en el campo. El balón le duraba poco tiempo a los sevillistas, aunque ese agobio finalmente se lo sacudió con mayor posesión del balón.

Ataque

En la fase ofensiva el Sevilla también supo adaptarse a las nuevas situaciones. En-Nesyri no podía sumar porque además el Manchester no se recreaba en esa zona, pero los de Lopetegui sí entendieron rápidamente que había que atacar las bandas porque por el pasillo central eran muy fuertes.

A la espalda de Greenwood y Rashford, las alas atacaron a los laterales, que se veían en inferioridad. Y ése era el camino más rápido para llegar a dos centrales lentos y con problemas, sobre todo Maguire. Por la izquierda se gestó el primer tanto en una combinación entre Ocampos y Reguilón (dos contra uno con Wan-Bissaka) que culminó

Suso y por la derecha en una acción de Jesús Navas llegó el segundo de De Jong. En ambos los centrales quedaron retratados.

Y sobre todo el Sevilla se rehízo con inteligencia en los dos periodos del dominio inicial, en algunos casos abrumador. Con balón, con criterio y aprovechando un contratiempo como la lesión de Ocampos para buscar más superioridad en el medio con el Mudo, el equipo de Lopetegui respiró.

Virtudes

Tener la cabeza fría, saber que ante un gran equipo iban a llegar momentos de sufrimiento y creer en las propias posibilidades. También ha habido una mejora en la defensa de la estrategia al cambiar a marcaje mixto con más jugadores al hombre.

Talón de Aquiles

Hubo minutos en los que parecía perdido y a merced del rival. Y el pasillo central no lo tuvo nunca.