Mayo, mes de las flores, es para el sevillismo el de los títulos. Raro es el día que no celebre una efemerides y este 16 del mes por excelencia de la primavera festeja el club nervionense el decimocuarto aniversario del título de la Copa de la UEFA conquistado en 2007 en Glasgow, una final que tiene un nombre propio, el de Andrés Palop, protagonista en realidad también puede decirse que de gran parte del torneo, pues quedó para la historia su gol de cabeza en Donetsk para forzar ante el Shakhtar una prórroga en la que el uruguayo Chevantón anotaría el gol necesario para meter a los de Juande Ramos en cuartos de final. Después caerían el Tottehnam y el Osasuna.

Pero el fenomenal portero valenciano prefiere que se le recuerde por su actuación en la final de Hampden Park ante el Espanyol, obra cumbre de su carrera futbolística. Empezó con una asistencia en un saque de continuidad a Adriano con la mano que serviría para el primer tanto ante los de Ernestro Valverde y lo culminaría deteniendo nada menos que tres lanzamientos en la tanda de penaltis que decidiría el segundo título de UEFA de los nervionenses, vestidos de un precioso rojo en aquella noche escocesa.

Por la mañana en la fan zone los grupos callejeros de gaiteros se mezclaban con los cánticos sevillistas, que presagiaban otra noche para entrar en la gloria. Al gol de Adriano contestó el Espanyol con un zurdazo de Riera, que, junto a Tamudo, Pandiani o De la Peña harían lucirse varias veces a Palop. Los 90 minutos acabaron con la expulsión de Moisés Hurtado y en la prórroga Kanouté, a pase de Jesús Navas, volvía a adelantar a los de Juande. No obstante, aún habría que trabajar más para llevar la Copa a Sevilla, ya que Jonatas empató a falta de cuatro minutos.

El Sevilla tenía claro que con Palop, los penaltis no eran ninguna lotería y el de La Alcudia se hizo gigante para los lanzamientos de Luis García, Jonatas y Torrejón. Antes habían marcado Pandiani por el Espanyol y Kanouté, Dragutinovic y Puerta para el Sevilla (Daniel Alves falló).