Aunque Julen Lopetegui argumente, con razón, que ninguna situación del pasado afectará a un partido que tenga que disputarse y que las estadísticas pertenecen claramente a todo lo relacionado con el periodismo y no con el fútbol, de alguna manera en el subconsciente de los protagonistas estará lo que haya pasado con anterioridad en duelos precedentes.

En este sentido, el guipuzcoano lo negará, pero por dentro sin duda recordará todo lo que le ha quitado futbolísticamente Diego Simeone en los cinco enfrentamientos que ambos han protagonizado como entrenadores en la élite, de los cuales el actual preparador sevillista no ha ganado ninguno.

La derrota del equipo nervionense a mitad de enero en el Wanda Metropolitano (2-0 con goles de Saúl y Correa) es el último precedente de un enfrentamiento en el que Lopetegui tampoco guarda buenos recuerdos de su etapa como entrenador del Real Madrid, ya que el Atlético, aparte de cosechar un empate sin goles en el Santiago Bernabéu rompiendo una tendencia de derbis madrileños con facilidad anotadora, también le arrebató nada menos que un título europeo recién llegado al club blanco tras su abrupta y polémica salida de la selección española.

Fue el 15 de agosto de 2018 en Tallin (Estonia), donde el Real Madrid de Lopetegui, en el primer partido oficial del vasco al frente del equipo, le arrebató la Supercopa de Europa con un 2-4 fraguado en la prórroga después de que Diego Costa, autor de dos goles, dejara en nada la remontada merengue. Saúl y Koke remataron la faena y el de Asteasu entró claramente con mal pie en la casa blanca.

El domingo, Lopetegui tiene la ocasión de sacarse esa espina en un partido muy atractivo en las alturas de la tabla, no en vano el Atlético es el actual líder y sólo ha perdido dos encuentros en la presente temporada con una versión a la vez más ofensiva con Luis Suárez pero quizá por ello con más precauciones en defensa.Sevilla y Atlético empataron los dos encuentros de la pasada campaña, 1-1 en el Ramón Sánchez-Pizjuán con un tanto de Franco Vázquez (28’) y otro de Morata (60’) y 2-2 en el Wanda Metropolitano justo antes de la suspensión general del fútbol en toda Europa por la pandemia. Ese encuentro, en el que los de Lopetegui quizá merecieron ganar y ofrecieron una buena imagen, marcó un poco el inicio de la gran remontada que el Sevilla protagonizó en el tramo final del campeonato y que culminaría con la clasificación para la Champions al cerrar la Liga en la cuarta plaza.

Luuk de Jong abrió el marcador a los 19 minutos, en cuatro minutos le dio la vuelta al marcador el Atlético por medio de Morata de penalti (32’) y Joao Félix (36’) y Lucas Ocampos también desde los once metros igualó el partido de nuevo antes del descanso (43’).

Ahora tiene la oportunidad Lopetegui de sacarse la espina y el Sevilla también ante un equipo que históricamente, desde la llegada del Cholo, no se le da nada bien. De hecho, en la Liga sólo un triunfo en la epoca de Sampaoli (con gol de Nzonzi) alumbra a los blancos en los últimos años, que en la Copa sí sumaron algún sonado triunfo el año en el que con Montella llegaron a su última final, aunque el desenlace ante el Barcelona fuera ciertamente decepcionante y provocara un terremoto que se llevó por delante al italiano y también a Óscar Arias.