La pegada y el portero del Sevilla FC marcaron las diferencias

Entre área y área, margen de mejora

  • El Sevilla ha adquirido el aura de los líderes: gana y contenta a los suyos sin hacer un partido redondo, pero eso no esconde todo lo que debe corregir.

  • La pegada y el portero marcaron las diferencias.

Análisis táctico Sevilla-Valladolid

Análisis táctico Sevilla-Valladolid / Departamento Infografía

Sería una pena que este Sevilla que tiene muchas cosas buenas para, si no dar un campanazo gordo sí pescar un objetivo de altura, se quedara en la orilla por no tener una plantilla mínimamente compensada. Ayer, en el partido que lo colocó como líder de esta Liga extraña, volvió a mostrar muchas carencias ante un equipo trabajador pero que no tiene nada del otro mundo. Los de Pablo Machín ganaron por las dos grandes virtudes que estamos hartos de ensalzar desde que comenzó la competición, una excepcional pegada y un magnífico portero. Pero por medio hay muchas cosas que mejorar que, se quiera o no, es por donde se pierden en la suma de toda la temporada los objetivos y oportunidades que se puedan ir presentando.

El Sevilla ha ganado en casa a Espanyol y Valladolid y es hoy líder sin hacer un partido redondo. Ante el equipo blanquivioleta la entrada de jugadores no habituales, junto con algún movimiento de piezas, no permitió un control unánime de la situación ante un equipo, el pucelano, que llegó a tener más posesión y llegada que el que ya se puede mecionar como el líder de Primera División.

Defensa

El sistema defensivo, si bien los centrales dieron un buen nivel, se resintió con ese paso adelante ordenado a Banega para que Roque Mesa, sin alterar el dibujo, hiciera de sostén con el mínimo de físico posible. Tuvo la ayuda defensiva de un Aleix Vidal tan generoso como impreciso con el balón y, sobre todo, del paso adelante que ordenaba Kjaer a su guardia pretoriana. Eso mantuvo alejado a un Valladolid que salió a verlas venir, pero que tras el descanso y al verse ya con el marcador en contra apretó más arriba creando ya numerosos desequilibrios en el sistema defensivo de los nervionenses.

El movimiento definitivo fue la entrada al campo de Enes Ünal y Verde, que, junto con la pérdida de eficacia para robar la pelota de los de Machín, obligó a Vaclik a sacar más de una mano. Un ejemplo: Verde tuvo espacios para armar su temida pierna un par de veces sin que nadie le saliera al paso. Machín, aunque muy al final, metió una pieza más defensiva para compensar haciendo el cambio de Amadou por Andre Silva.

Ataque

Banega en los terrenos del Mudo. Era una de las balas que Machín aspiraba a tener con Gonalons sano, pero enseguida se vio que el rosarino en esa posición necesita mucha más frescura y chispa. No hay que ser muy listo para saber que mientras más cerca del área se es más decisivo, pero también hay menos tiempo para pensar. Banega no salió jamás del enredo y no encontró la ayuda de Escudero, a un nivel bajo como su espejo en el lado derecho, un Aleix Vidal tosco, fallón en los controles y en las entregas. Otra de las consecuencias del cambio fue el bajón en el nivel de salida del balón, pues con Roque Mesa no es igual de limpia.

En la segunda mitad, las posesiones duraban poco y sólo las ayudas de Ben Yedder para robar atrás y asociarse (fundamentalmente con Sarabia) mantuvieron el nivel en zonas ofensivas.

Virtudes

El rol de líder se nota cuando se intuye que no es un buen día.

Talón de Aquiles

Los cambios tardaron en llegar.

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