Desde mi córner
  • El colista que ahora dirige Machín se fajó sólo hasta donde pudo para romper en pelele

El Sevilla encuentra el bálsamo adecuado

NADA mejor que la visita del colista para coger aire, aparcar penas y poner rumbo al futuro con el optimismo por bandera y la ilusión quitándoles plomo a las piernas y añadirle combustible a la psique. Una goleada que tardó en arrancar, pues casi media hora aguantó el Elche ante unas embestidas sevillistas que lo desarbolaban. ¿Puede decirse que terminada la nefasta primera vuelta, el futuro será mejor? Pues naturalmente que sí.

Aunque el Sevilla se mantiene incólume gracias al paradón nuestro de todos los días que hace Bono a cabezazo abajo de Boyé, las sensaciones son de superioridad absoluta de los de Sampaoli. Para nada se nota el sobreesfuerzo copero del miércoles, es tremendo cómo apabulla el Sevilla al colista y antes de la media hora de partido, un servicio aéreo de Acuña hace que emerja En-Nesyri del centro de la Tierra para sobrevolar y empalmar un testarazo inapelable.

Y si son pocas las desgracias en casa del pobre, el VAR avisa al inefable Soto Grado y si por algo similar perdonaba a Ceballos el jueves, en este sábado luminoso toma la decisión de expulsar a Bigas para que al borde del descanso largue un misil inapelable Acuña para poner el 2-0 y En-Nesyri haga el tercero. Cautivo y desarmado el colista en solitario de la tabla, le queda sólo rezar porque todo acabe pronto a la espera de una segunda parte que se le antoja interminable.

Y con Acuña prodigando bananas envenenadas, Sampaoli refrescando en pos de proteger piezas básicas y el Elche clamando por una muerte rápida y lo menos cruenta posible, la segunda parte discurre en modo monólogo blanco. Decididamente, al Sevilla se le ha aparecido el bálsamo ideal para vivir más acorde a su estatus. Ponga un Elche en su vida y verá cómo la vida le presenta una cara más agradable y se alejan esas tribulaciones que tanto agobiaron al Sevilla.

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