Buena imagen. Derrota digna. Fue una lástima. Mala suerte... Quizá, o sin quizá para los más exigentes, hubo exceso de celofán en la envoltura eufemística con la que los propios protagonistas, la prensa y algunos sevillistas quisieron envolver la nueva derrota del Sevilla contra el Barcelona. "Ha sido una pena", repetían una y otra vez los futbolistas. "Un partido que duele, pero nos refuerza por la imagen y por la actitud del equipo", escribió en Twitter Sergio Ramos. "Debemos estar orgullosos del esfuerzo del equipo, nos tiene que reforzar", había dicho también Rakitic, por citar a dos de los que elevaron su voz, de un modo u otro, para valorar y "sacar lo positivo" de la nueva frustración sevillista en la visita al grande.

Se trata de una autodefensa lógica, natural. Y que también tiene su fundamento en los datos que deparó el partido. Porque, de algún modo, las estadísticas ratificaron esas palabras y esas conclusiones positivas de la digna derrota por 1-0 con gol en propia puerta. Otro gallo habría cantado si Joao Félix hubiese colado dentro la clarísima ocasión en la que disparó al laguero, porque ello habría obligado al Sevilla a cambiar su plan y el partido habría sido otro. Pero lo cierto es que el equipo de Mendilibar atacó más que nunca, o más de lo que tiene acostumbrado a sus seguidores, en su visita al Barcelona.

Nyland se sube al carro de Mendilibar

Además, su portero también intervino menos que nunca, aunque las tres o cuatro llegadas azulgranas fueran bastante claras. Y ahí también hay que destacar una nota positiva en la figura del portero: Mendilibar ha apostado por Nyland, en contra de los que le afeaban su preferencia por su pupilo Dmitrovic, y el noruego no desentonó. Es más, demostró que es algo más que un simple suplente, el rol que ha venido cumpliendo en los últimos años, en los diversos equipos en los que ha militado, salvo en su selección nacional, en la que es titularísimo.

Nyland y Pedrosa, dos de los seis refuerzos que formaron en el once titular.

Con Nyland se puede sacar, de forma paralela al buen hacer defensivo y del propio guardameta, otro apunte positivo: que Mendilibar sigue priorizando siempre el colectivo sobre el individuo y así quiere que continúe creciendo su equipo, que antes del siguiente parón por selecciones tiene dos encuentros claves no sólo en lo clasificatorio, sino para constatar que esa mejoría del equipo sevillista desde el último parón, desde que han podido ir subiéndose al carro del vizcaíno los últimos en llegar, no es un espejismo.

Un PSV más fuerte que en febrero

En primer lugar toca la visita al PSV. En febrero pasado ya estuvo allí el Sevilla de Jorge Sampaoli, que a punto estuvo de llevarse un susto, aunque la eliminatoria reposaba sobre el contundente 3-0 de la ida de aquel play off que le abrió la senda de la séptima UEFA Europa League. El partido del Philips Stadion, en el que los sevillistas volverán a reencontrarse el martes con el héroe de la sexta, Luuk de Jong, terminó con 2-0, aunque ambos tantos llegaron al final (77’, De Jong; 94’, Favio Silva). Y ahora el PSV es aún más fuerte y sólo ha perdido un partido de los últimos 30.

Ahora las circunstancias son otras y el PSV necesita ganar para no descolgarse tras su dura derrota ante el Arsenal en la primera jornada del Grupo B de la Champions, y el Sevilla, pues tanto de lo mismo después de ceder un empate ante el Lens. Es decir, a domicilio de nuevo, y con mucho en juego, el equipo de Mendilibar debe aprovechar ese "refuerzo" de Montjuïc y convertirlo en algo verdaderamente positivo.

Crecimiento sostenido e incorporación de los refuerzos

Luego llega la visita a Nervión del Rayo Vallecano, una oportunidad para retomar la senda triunfal en la Liga tras el traspié de Barcelona. Una ocasión para demostrar que todo ese celofán eufemístico de la derrota del viernes sí tiene un trasfondo real de crecimiento sostenido desde el último parón y antes del próximo, que llegará inmediatamente después de Vallecas.

Juanlu, que se ha subido al carro de Mendilibar, se va de Fermín y Joao Félix.

Es decir, llega la hora de trasladar al marcador la cantinela de que los verdaderos refuerzos llegaron muy al final del mercado, o concluido éste, y que desde el parón se reseteó el verdadero Sevilla 23-24. En Montjuïc Mendilibar recuperó a Acuña y a Mariano, y en un escenario de tal porte ya pudo disponer en el once titular a seis fichajes, más de medio equipo, con el añadido de que los nuevos, Nyland, Juanlu, Sergio Ramos, Pedrosa, Sow y Lukébakio, demostraron que ya se les puede considerar titulares sin miedo.