Como era de esperar, ante la subida de positivos y contagios en Covid-19, el Consejo Interterritorial de Salud ha propuesto que en las actividades deportivas profesionales se vuelva a los aforos restringidos. En concreto, los estadios de fútbol profesional tendrán un aforo limitado del 75% desde ya, lo que significa en el caso del Sevilla que tendrá que regresar a la inscripción previa de los abonados para acudir al estadio Ramón Sánchez-Pizjuán y si el número de solicitudes excede ese porcentaje, habrá sorteo.

Vuelven así las entradas digitales, las inscripciones previas y toda la tramitación que se levantó esta temporada para el Sevilla-Levante, que registró una entrada de 30.601 espectadores. Anteriormente, había en la Liga una restricción de aforo del 60%. El primer partido en el que el abonado sevillista se verá afectado será el Sevilla-Getafe, el domingo 9 de enero a las 16:15.

De esta manera, ante la nueva dinámica de la pandemia por la incidencia de la variante ómicron y su alta capacidad contagiosa, se da un paso atrás.

En el caso del Sevilla, dado que un elevado porcentaje de abonados no estaba acudiendo al estadio, entre las inclemencias del tiempo y el temor al Covid, entre otros factores, no condicionará mucho esa restricción de aforo con un 75% como máximo.

En el último partido antes del parón navideño, por ejemplo, ante el Barcelona, el estadio registró una entrada de 31.358 espectadores, en un día marcado por el fortísimo aguacero que cayó durante el partido. Y en el anterior encuentro, ante el Atlético de Madrid, fueron 33.241, quizá la mejor entrada. Ese número, sobre un aforo de 43.500 espectadores, representó prácticamente el 75%.

En lo que sí afectará directamente será en la venta de entradas, que deberá ser suprimida por la prioridad de acceso que tendrán los abonados. Y también afectará a la incomodidad de los aficionados, que tendrán que tramitar de nuevo la inscripción previa para cada partido mientras dure esta limitación de aforo, así como renunciar a comer y beber en el estadio, restricción que se había levantado.