Sevilla FC-Valencia CF

Una ambición de boquilla...

  • El rudo y a la vez capacitado Valencia pone a prueba las dudas que el Sevilla de Lopetegui ya ha despertado en la afición l Un golpe de autoridad se antoja necesario

Óliver Torres, En-Nesyri, Munir, Koundé, Óscar Rodríguez y Joan Jordán.

Óliver Torres, En-Nesyri, Munir, Koundé, Óscar Rodríguez y Joan Jordán. / Antonio Pizarro

No es tan fácil. Las dudas están. Las tiene el mismísimo cuerpo técnico porque, aunque se esté en el convencimiento, nunca se sabe la respuesta del equipo a lo expuesto durante la semana. El Sevilla se ha ganado por méritos propios que la afición albergue dudas en este inicio de temporada en el que ha arrancado a medias, casi sin soltarse, si bien es cierto que lo que desea el sevillismo es muy difícil, casi imposible. Quiere el seguidor fiel, el de carné y el de sofá y Movistar, ganar sin sufrir ante cualquiera. Ganar en casa y fuera, ganar ante todos los rivales, con diez o con once, y ofrecer buena imagen, con ventajas cómodas y varios goles de diferencia.

Perdonen, pero eso es imposible. Julen Lopetegui y su cuerpo técnico se afanan en lograr que su equipo compita sin pensar en qué ocurrió en el último partido, cuántas horas de descanso tuvieron los suyos, y qué futbolistas estén disponibles.Si quizá hay quien piensa que los rivales directos del Sevilla no son la Real Sociedad, el Valencia, el Villarreal y el Athletic y sí el Barcelona y el Real Madrid está muy equivocado y el arranque liguero se ha encargado de demostrarlo.

La visita en el Sánchez-Pizjuán del nuevo Valencia de José Bordalás es una nueva prueba para el proyecto de Lopetegui y Monchi, al que bien es cierto que el aplazamiento del partido ante el Barcelona ha minimizado la posibilidad de calibrar como al aficionado le hubiese gustado esa ambición que ha alimentado de boquilla desde todos los foros menos desde el interior del vestuario.

Está claro que hay cuestiones que corregir y mejorar y en eso están los profesionales que se ponen a diario en el verde, pero precipitar las dudas por precipitarlas sólo conlleva potenciarlas en lugar de salir de ellas.

Es una ocasión excelente la visita de un rival como el Valencia, que en los últimos años no ha salido muy bien parado de Nervión. Nada menos que once victorias sevillistas desde 2004 y sólo dos derrotas, ninguna con el paraguas de Monchi y con Montella y Caparrós en el banquillo.

La Previa La Previa

La Previa / Departamento Infografía

No se sabe si las dudas han venido más de fuera que de dentro, pero en el equipo de Lopetegui los empates ante Salzburgo y Real Sociedad han hecho daño. El de Elche queda lejos, con el parón y el aplazamiento por medio, pero está en la obligación el grupo del guipuzcoano de dar un golpe de convicción ante su gente en el primer envite ya con el 60% del aforo en la Liga y cerca de conseguir el 80%, que ya significaría que ningún socio se quede fuera.

El rival va a dar guerra porque a la resistencia que siempre ponen los equipos de Bordalás se une la calidad de una plantilla como la del Valencia, que, aunque venido a menos, es un club que tiene los recursos para en cualquier momento equipararse –y superarlo– en presupuesto con el Sevilla. Porque no nos equivoquemos, esta sociedad está en esa línea finísima de que un acierto o un error en un fichaje origina una plusvalía o un descalabro. Así que cuidado. Y, sobre todo, que nadie se crea en un estrato superior porque no lo está.

Será sólo un examen parcial, pero, como todo lo que ocurre con este equipo, el resultado tendrá una dimensión superior, aunque afortunadamente sólo tendrá dos o tres días de vigencia porque enseguida llegará otro partido con puntos en juego, en este caso ante el Espanyol también en el Ramón Sánchez-Pizjuán el sábado.

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