El partido del Sevilla FC

Un peaje en los pasillos exteriores

  • Cuando el Atlético atacó de verdad a Reguilón con Correa acabó el control que Óliver había logrado generar.

  • Que Jesús Navas defienda el juego aéreo es consecuencia de otro riesgo asumido.

Informe técnico

Informe técnico / Departamento Infografía

Es verdad que a posteriori es fácil realizar determinadas afirmaciones, pero los análisis requieren un final de los hechos. En el partido que en la tarde-noche del sábabo planteó Julen Lopetegui él mismo marcó en rojo con su movimiento inicial dos zonas del campo que el Atlético atacó: los costados, donde el Sevilla quizá demostró no tener los jugadores apropiados para un esquema de tres centrales, al menos ante un rival como el que dirige Simeone.

Sorprendió el Sevilla cortando por lo sano ante la baja de Fernando por sanción con una defensa de tres, algo nuevo desde que Lopetegui dirige el proyecto, y la nueva disposición funcionó en muchos minutos de la primera mitad, cuando Óliver Torres supo explotar ese juego entre líneas que hacía daño en el 1-4-4-2 puro del Atlético, pero en el descanso Simeone movió ficha y atacó quizá la parte más débil de este Sevilla, los carriles exteriores. Con Correa punzó la banda de Reguilón creando muchos conflictos en el sistema defensivo: dos goles de cabeza (uno anulado) con centros al segundo palo y un penalti en contra gestado en esa parcela del campo.

En la derecha, Jesús Navas no sufrió con Koke a ras de suelo, pero sí que se produjo una situación que acaba siendo el peaje de tener a jugadores adaptados a puestos diferentes a los suyos. El lateral derecho en algún momento tiene que defender balones aéreos en el área y ante un rival con dos tanques como delanteros el palaciego sólo podía tener el cuello estirado mirando hacia arriba para ver cómo remataban a gol Diego Costa y Morata. A renglón seguido, Lopetegui corregía esa situación volviendo a poner defensa de cuatro y a Koundé en el lateral.

Defensa

Esa función clave que hace Fernando de vigilancia de los centrales por delante de ellos (muy pocos lo hacen) vio Lopetegui que no podía ser capaz de realizarla Gudelj, así que prefirió que el serbio se convirtiera en el tercer central en un novedoso 1-3-5-2 que por primera vez se veía en el Sevilla de esta campaña. No obstante, donde el Sevilla defendía bien era con la pelota y teniendo a Óliver Torres como jugador clave en esta faceta, aunque era Banega el que se situaba en posición de cierre, como jugaba con Pablo Machín la pasada campaña.

El sistema defensivo funcionó bien hasta que el Atlético atacó de verdad a Reguilón con Correa, terminándose de producirse el desequilibrio cuando entró Jordán y ocupó la zona en la que se movía Banega, que dio un paso adelante. Ahí Thomas se agrandó mucho más y el Sevilla perdió el control, aunque al final lo recuperaría.

Ataque

Con Ocampos muy incómodo como delantero y siendo un satélite para De Jong, al Sevilla se le apagó pronto la luz en ataque, aunque tuvo una fase en la que superó al Atlético con el juego entre líneas de Óliver.

En la segunda mitad, no tuvo claridad para romper la pétrea defensa atlética: Apenas ataques de Jesús Navas con pocos apoyos.

Virtudes

Plantó cara a una gran plantilla y salió el trabajo de estrategia.

Talón de Aquiles

Varios errores de gestión y muchos jugadores fuera de sitio.

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