El partido del Sevilla FC | Análisis

Ese punto en el que hay que recular...

  • La valentía con la que el Sevilla salió en el Camp Nou es loable, pero la defensa adelantada se mantenía firme cuando el Barça superaba los tres cuartos.

  • Interesante fase ofensiva en 1-4-4-2 con Óliver Torres de falso delantero.

Informe técnico.

Informe técnico. / Departamento Infografía

Jugamos como nunca, nos golearon como siempre. Algo así debió pensar el aficionado sevillista que vio a su equipo apretar en el Camp Nou, ejercer esa presión tras pérdida efectiva y ambiciosa, disfrutar de ocasiones, adelantar la defensa hasta el centro del campo... Todo en un conjunto de muy buenas propuestas que acabaron engullidas por el ataque del Barcelona.

Y es que jugar con la defensa tan arriba con un equipo como el azulgrana requiere que en un momento dado, cuando los Messi, Dembélé, Luis Suárez... conducen y avanzan por la línea de tres cuartos, llega un momento en que hay que recular. La línea defensiva del Sevilla no lo hizo, jugó a aguantar el tipo y ello propició muchas situaciones de uno contra uno o de incluso superioridad numérica en carrera que generaba ocasiones claras en cada ataque local.

Defensa

Lopetegui cambió la estructura defensiva abandonando su habitual esquema para que el Sevilla tratara de cerrar espacios con un 1-4-4-2. Junto a De Jong situaba el vasco a Óliver Torres como falso delantero quizá para fijar a los centrales del Barça y que no saliera Piqué para crear superioridad en el centro del campo.

Sacrificaba para ello a Nolito alejándolo del área y ubicándolo de falso extremo izquierdo y el plan parecía funcionar en los primeros veinte minutos, en los que la presión tras pérdida y el morder arriba ofrecía réditos en robos que no se acabaron de gestionar del todo bien.

Pero el problema no estaba tanto en campo contrario como en el propio. Y es que esa defensa adelantada seguía mantentiendo esa posición aun cuando el Barça superaba la línea del centro del campo. Con balones filtrados o con simples avances en conducción, cada ataque azulgrana hacía mucha sangre. Jesús Navas le dio muchos metros a Semedo y por ahí, en un plis plas, el Barcelona no sólo se sacudió las dudas y se adelantó en el marcador, sino que sentenció el partido.

En la segunda mitad con la salida de Joan Jordán Lopetegui buscó equilibrar ese balance defensivo volviendo a su esquema habitual de 1-4-3-3, pero al Barcelona le era sumamente fácil superar líneas una vez pasada esa presión adelantada.

Ataque

Ocampos, como era de esperar, fue un jugador que el Sevilla debió aprovechar, pero De Jong no tiene la suerte de cara. Reguilón tardó en aparecer al no ubicar a Nolito en sus metros habituales y faltar una pieza en el centro del campo, la de un Óliver Torres que estaba en otras cosas.

Luego, con Joan Jordán, el centro del campo no tuvo el pegamento suficiente pese a que Banega sí entendió casi siempre bien dónde estaba el partido.

Virtudes

Ser valiente, tener la personalidad suficiente para salir a apretar al Barça en su campo. Todo eso es loable y hubo fases en las que superó a un gran equipo, pero, por desgracia, eso no es suficiente para ganar en el Camp Nou.

Talón de Aquiles

Con dos más en el campo no fue capaz de tirar entre los tres palos, aunque ya no había partido.

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