Después del gesto en Eindhoven por el que recibió elogios por su templanza y sangre fría al no responder al intento de agresión de un exaltado, Marko Dmitrovic, que tuvo dos actuaciones colosales ante Fenerbahçe (en la ida) y Almería, ha protagonizado otro gesto que demuestra su gran compromiso como profesional.

El meta internacional serbio ha renunciado a acudir con su selección para centrarse en su club, el Sevilla, una situación cuanto menos llamativa en el mundo del fútbol actual.

"Nos informó hace unos días que ya no jugará en la selección, que quiere dedicarse a las funciones del club. Después de dos años con nosotros, quiero desearle lo mejor. Es su decisión. Supongo que quiere pelear por ser el primer portero del Sevilla. Según él, hay suficientes porteros jóvenes a los que se les debería dar una oportunidad. Ésa es la pura verdad", ha comentado el seleccionador serbio, Dragan Stojkovic.

Dmitrovic, suplente de Bono en esta temporada, ha crecido exponencialmente en este último mes, en partidos en los que ha sido el mejor del equipo, y que han coincidido quizá en el momento más bajo de su compañero, que tuvo un fallo muy estrepitoso en el segundo gol de Osasuna y que con los pies ha sido también muy señalado por el estilo y la idea que desea imponer Sampaoli de sacar el balón siempre jugado y que el portero sea el primer constructor de juego.

Bono, precisamente, tuvo unas declaraciones muy llamativas este domingo exponiendo a Sampaoli públicamente al cuestionar sus ideas futbolísticas. El marroquí dijo que el Sevilla defiende y ataca c"con anarquía" y que el estilo genera confusión y hace que el equipo "acabe dependiendo de la suerte". 

Dmitrovic es uno de los jugadores de la actual plantilla que conoce bien a José Luis Mendilibar, quien puede acabar siendo entrenador del Sevilla relevando a Sampaoli. Joan Jordán y Bryan Gil también han tenido al vasco como técnico en el Eibar.