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Es el concepto, no la elección

  • Dos cambios gastados en corregir errores de plan y uno en sacar un punta

Es el concepto, no la elección

Es el concepto, no la elección

Sin entrar a discutir la elección de los titulares (que se podría perfectamente), Sampaoli cometió errores graves de planteamiento de base o de concepto que no sólo tuvieron como consecuencia los goles y la superioridad abrumadora del Madrid, sino que lo obligaron a gastar dos cambios para corregirlos y un tercero para introducir un delantero... ya en el minuto 82, aunque esto último fue una apuesta personal.

El primero fue meter un extremo específico, o lo que más se le podía asemejar, en una banda en la que está uno de los fuertes del Madrid, el costado de Marcelo. Si Sampaoli metió mucha gente por dentro, con Ganso, Nasri, Iborra... dejó a Mariano a los pies de los caballos con su compatriota como una moto con caídas además a esa banda de un James que jugó sin marca todo el partido. Ni Sarabia pudo ayudar a su compañero. El segundo cambio gastado, con Kranevitter, venía a cubrir ese agujero que salidas erróneas de N'Zonzi en la presión producía, con tendencia siempre a la querencia de Marcelo.

Defensa

De salida, otro de los errores fue querer presionar a un equipo como el Real Madrid con cuatro o cinco jugadores en una zona de apenas 10 ó 15 metros cuadrados. La salida limpia de jugadores con clase como los blancos hacía que los del Madrid burlaran con facilidad esa presión para tener eliminado a medio equipo rival y encontrar desiertos e inmensidad de metros libres para un equipo que, encima, tiene en el físico y en la transición uno de sus fuertes. Además, no estaba quien mejor presiona, Franco Vázquez.

Esta mala -pésima- ocupación de espacios agrandaba más la impotencia y hacía que la intensidad en las reuniones no apareciera. Más que nada porque no había reuniones, ya que los sevillistas llegaban siempre muy, muy, muy tarde a la presión. Tan tarde, que ya cualquier intento de presionar al poseedor del balón era baldío. Y en esta falta de tensión no sólo puede achacarse al escaso ritmo de Ganso, sino que Nasri evidenció no estar para nada, N'Zonzi iba grogui, Vitolo una pieza aislada...

Ataque

Increíblemente, el Sevilla empezó el partido como perdió la Supercopa de Trondheim en los últimos minutos, empeñado en sobar el balón entre los centrales y el portero tentando la suerte ante la presión adelantada del Madrid. Como entonces, el rival aprovechó el primer regalo en este intento (parecía hasta poco trabajado) de atraer al rival para buscar las bandas. El resultado era un fútbol directo puro y duro pero en peores condiciones que si la salida hubiera sido así desde el principio, ya que el riesgo de error crece con cada pase forzado hacia atrás.

Y ése era básicamente el único plan. O al menos que se viera, pues Correa era una isla y Nasri y Ganso sólo acertaron a dar un pase cada uno. N'Zonzi, anulado.

Virtudes

Evitar el ridículo, sinceramente.

Talón de aquiles

Mala estrategia operativa.

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