Sevilla FC

Una conquista por el corazón

  • El Sevilla deja marcados a los profesionales que pasan por su vestuario, como demostraron Vaclík y el Mudo en su despedida

  • La familiaridad, un valor en el mercado también para las incorporaciones

Mudo Vázquez, emocionado en su despedida.

Mudo Vázquez, emocionado en su despedida. / Sevilla FC

Lo avisaba el director general deportivo hace apenas unos días. Hablaba Monchi de sus “dos pilares” en su labor como gestor deportivo alto ejecutivo, firmar buenos jugadores y estar cerca del futbolista, de la persona. La familiaridad con la que el Sevilla trata a los profesionales que pasan por la casa hace que se trate de algo muy especial que no se olvida cuando toca decir adiós tras varias temporadas de servicio al club.

Lo demostraron Tomas Vaclík y Franco Vázquez en su adiós y en eso de las despedidas emotivas hay una larga lista de actos inolvidables que han precedido al protagonizado últimamente por el guardameta checo y el genial mediapunta argentino. Palop, Javi Navarro, Pablo Alfaro, Nico Pareja, Coke, Éver Banega recientemente... no pudieron contener las lágrimas en la sala de prensa del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.

“En cualquier departamento del Sevilla están atentos a eso. El triunfo en Colonia tiene mucho que ver con el ambiente en el hotel de concentración. Este club eso no lo puede perder. Tomas Vaclík, tras tres años y jugando poco en el último, se marchó llorando. Franco entró y salió llorando de su despedida... Eso significa que hemos conquistado a la persona. Y tienes mucho ganado con esto”, decía esta misma semana el gestor de San Fernando, que pone especial cuidado en los detalles para que el profesional se encuentre a gusto y con todas las necesidades cubiertas.

Y eso es también un valor añadido de cara a las incorporaciones, a la relación del Sevilla con el mercado, no sólo cuando un futbolista abandona la entidad. En el fútbol al final todo se sabe y los propios profesionales preguntan entre sus conocidos y ex compañeros y al final todo está relacionado.

El trato, las estructuras del club, aparte de los encantos de una ciudad como Sevilla, son cosas importantes para los futbolistas, que no pasan por alto tampoco cómo se sienten sus familias mientras ellos se ocupan de lo que de verdad les importan. Eso es algo fundamental y el Sevilla cuida todos esos detalles hasta el milímetro, algo en lo que tiene que ver mucho la profesionalidad de Monchi y la estructura de eslabones en la cadena que él controla.

“He sido futbolista y sé lo que se vive en un vestuario. He intentado siempre evitar que el vestuario se sintiese solo. Estar cerca de la persona, que el jugador esté concentrado 100% en lo deportivo, es un buen paso para llegar al éxito”, explicó el ex guardameta en una de sus últimas entrevistas.

Todo ello hace que el futbolista se sienta como en casa y que no tenga más preocupaciones que rendir al cien por cien y estar siempre disponible para el entrenador.

Ahora el Sevilla está centrado en preparar otro acto de despedida, el de Sergio Escudero, el jugador con más temporadas ininterrumpidas en la plantilla que acaba de cerrar la campaña. El vallisoletano, uno de los capitanes, se despedirá en un acto similar al que el club dedicó a Vaclík y a Franco Vázquez, seguramente en la semana del 14 al 20 de junio, que será igual de emotivo y que presidirá las dos Europa League ganadas por el lateral izquierdo que llegó procedente del Schalke 04, en Basilea en 2016 y en Colonia en 2020. Es uno de los valores de este Sevilla y que hace cautivar a los profesionales y que no duden en acudir cuando se les llama. Uno es Monchi, otro es la afición, otro el carácter ganador, la ambición, el deseo de no rendirse jamás... pero uno muy importante es la familiaridad y el saber conquistar por el corazón.™š—ÿÎ3ÿ

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