El partido del Sevilla | Análisis

La tropa de Lopetegui tira de físico como premisa para mucho más

  • Primero, agresividad arriba con la turbina de Ocampos, luego, a armarse atrás con Koundé, Diego Carlos y Fernando

El sevillista Fernando, de nuevo notable en la zona ancha, persigue a Fekir ante Canales.

El sevillista Fernando, de nuevo notable en la zona ancha, persigue a Fekir ante Canales. / Antonio Pizarro

La calidad física y táctica de este Sevilla lo llevó a tomar altura con celeridad en el inicio de la temporada, y después de 93 días sin fútbol de Primera División en España, el cuajado equipo de Julen Lopetegui demostró en el derbi que mantiene su solidez como colectivo. En dos fases lo hizo. La inicial para poner el partido de cara, con Ocampos como turbina que generaba buena parte del caudal de energía –con Fernando dirigiendo la presión desde atrás– y una segunda, ya con 2-0, con Koundé y Diego Carlos plantando sus reales en el área de Vaclík.

Defensa

Fekir cayó a la derecha en busca de una conexión con Emerson desde la banda o alguna irrupción de Canales o Aleñá por dentro, pero a los verdiblancos les costó engarzar juego desde atrás en situaciones estáticas y en las contras el repliegue sevillista, con Fernando como jefe, fue rápido y eficaz.

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Sólo en una ocasión Fekir recibiö el balón en ventaja y en zona de peligro, pero su control fue un tanto largo y Diego Carlos se lanzó como un felino a sus pies para cortar. Munir, y puntualmente Ocampos, echaron una mano a Reguilón en su costado, como el argentino a Navas en la derecha: sólo una vez pisó Álex Moreno el área en disposición de rematar. Y por dentro, apenas una incursión de Canales resuelta con tiro muy alto (38’). Fue el primer remate del Betis.

Con el 2-0 y los cambios de Rubi, Lainez abrió un agujero junto a Fekir y Emerson en la zona de Reguilón. Ya con Escudero y el Mudo ayudando algo, el Sevilla respiró.

Ataque

La superioridad del Sevilla en la medular fue manifiesta. Guido, Aleñá y Canales sucumbieron en las disputas y el Sevilla empezó a abrir el juego, más por la izquierda en aperturas a Munir o desdoblamientos de Reguilón. Pero el peligro franco era de Ocampos.

Tras el descanso, la línea de presión subió aún más hasta que llegó el discutido penalti y poco después el improvisado taconazo de Ocampos que aprovechó Fernando.

Virtudes

El Sevilla es un equipo con una columna vertebral férrea y las ideas muy claras como colectivo.

Talón de Aquiles

Las entradas de Banega, En-Nesyri y Suso no le dieron salida al equipo cuando el Betis apretó ya de verdad.

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