Juventus-Sevilla | La crónica

Un gran Sevilla se queda a medias ante la Juventus (1-1)

  • Los sevillistas hicieron méritos de sobra para haberse ido con el triunfo de su visita a un rival tan poderoso, pero Gatti empató en la última jugada en un córner

  • En-Nesyri había adelantado a un equipo que ya debió marcharse al descanso con una ventaja mayor por el juego desplegado

  • Así le hemos contado el Juventus-Sevilla

Rakitic observa un balón dividido junto a Rabiot.

Rakitic observa un balón dividido junto a Rabiot. / Alessandro di Marco | Efe

Un gran Sevilla no pudo completar una noche mágica en la sede de la Juventus de Turín. Un gol de cabeza de Gatti en la última jugada del partido, en el único córner que no fue perfectamente defendido por los sevillistas, cuando el tiempo de prolongación de seis minutos ya estaba sobrepasado y el alemán Siebert permitió esa última jugada, impidió que la fiesta fuera completa. Pero así es el fútbol, un Sevilla superlativo se va con la sensación de haber perdido incluso, por mucho que no fuera así, mientras que en el caso de los italianos la sensación era completamente diferente.

¿Justo, injusto? Qué más da, el fútbol no acaba hasta que el árbitro no hace sonar su silbato tres veces para dar aquello por finalizado y el alemán Siebert, que había hecho un arbitraje modélico, sin dejarse influir por la presión ambiental, dio esa opción. La jugada no fue bien defendida por los sevillistas y Gatti la metió dentro en un remate al que fueron tanto él como Milik. No había fuera de juego, así que todo queda uno a uno para el segundo acto dentro de siete días en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

En otras semifinales europeas Mbia marcaba en Valencia, en los cuartos de este mismo curso el balón rebotó en la cabeza de Maguire en el tiempo de prolongación. Son sólo dos ejemplos, pero es que es así, el esfuerzo de todo un partido se puede ir al traste en una sola acción y más o menos algo parecido aconteció en el Juventus Stadium para castigar a un Sevilla que había estado perfecto en las diferentes facetas durante los 96 minutos anteriores.

Porque el Sevilla iba a jugar un auténtico partidazo en la primera mitad en este modernísimo recinto. El plan de partido de Mendilibar, dentro de la parquedad de elementos con los que se puede manejar debido a los problemas físicos, no podía salir mejor. Con la novedad de Óliver Torres por detrás del punta y con Rakitic en una labor de creación y de resta, también, en el apoyo a Fernando en el medio, el resto se ajustaba a la lógica prevista.

Como siempre, el entrenador vasco se manejaba con las elecciones de cualquier aficionado, pero haciendo que los suyos jugaran de manera espectacular. El Sevilla dominaba todas las facetas frente a la todopoderosa Juventus y sólo sufría en las superioridades que le creaban en la banda derecha a Jesús Navas cuando lo atacaban tres elementos vestidos de blanco y negros.

Los jugadores sevillistas celebran el gol inicial de En-Nesyri. Los jugadores sevillistas celebran el gol inicial de En-Nesyri.

Los jugadores sevillistas celebran el gol inicial de En-Nesyri. / Alessandro di Marco | Efe

Pero el cuadro sevillista no se descomponía jamás y, pese a ello, transmitía valentía en la salida del balón y en las conexiones tanto con Óliver Torres como con Rakitic y también con los dos laterales, Acuña, particularmente, y Jesús Navas. Siempre había un futbolista más vestido de rojo para desahogar y encima En-Nesyri, Ocampos y Bryan Gil también se ofrecían para generar peligro.

Había salvado Bono dos llegadas de Vlahovic, ambas en fuera de juego, cuando los visitantes comenzaron a lanzar los primeros avisos de que eran capaces de provocar peligro en sus aproximaciones hasta Szczesny. Después de varios disparos con más apariencia que otra cosa Ocampos tuvo la primera en el minuto 25. Un balón que no llegó a rematar En-Nesyri le caía al argentino para que el gol estuviera muy cerca.

No fue ahí, pero el camino ya estaba abierto y no tardaría en llegar la excelente jugada colectiva de los nervionenses. Balón movido de forma vertiginosa pasando particularmente por Óliver Torres hasta que Ocampos se internó por la derecha a toda velocidad y con ventaja numérica. Su pase atrás fue excelente y En-Nesyri remató con precisión con la derecha para coger a contrapié a Szczesny.

Oportunidades perdidas

Cero a uno, justicia total respecto a lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego y ahí llegarían tres acciones consecutivas que pudieron rematar aún más las cosas. Pero Ocampos no acertó en la más clara (27’) cuando lo tenía todo a favor para golpear cruzado y eligió pasar el balón atrás. Un minuto después, le llegaría el turno a En-Nesyri en un pase profundo de Bryan Gil. El segundo gol forastero se mascaba, pero no acabó de llegar, ni siquiera en un disparo de En-Nesyri desde fuera del área (48’+) que se quedó muy cerca también de superar a Szczesny.

Tal vez en el descanso debía haber quedado resuelto aquello, pero no fue así y restaba aún mucho tiempo por delante hasta llegar al final. 52 minutos concretamente fueron para lamento de un Sevilla que en el tiempo que había dictaminado Siebert inicialmente estaba por delante en el marcador.

Durante esa segunda mitad tampoco sufrió excesivamente en la parte de atrás. La Juventus apretaba desde el inicio con la entrada de Chiesa y del pujante Iling Junior, Allegri iba a agotar sus cinco cambios en el minuto 70, pero los nervionenses no se vieron nunca demasiado apurados, al menos más allá de un ataque lógico por parte de una Juventus que estaba por detrás en el marcador.

Sí le faltó al Sevilla más frescura para crearle problemas a Szczesny. El control del juego lo tenía, atacaba con sentido, pero le faltaba dar un paso más para originar la sensación de peligro de la primera mitad. Ni Montiel, que entró por Ocampos sobre la media hora, ni Papu Gómez ni Lamela le aportaban ese punto de frescura para meterle más miedo a la Juventus. Y lo que sucedió al final fue una de esas jugadas que son imprevisibles, aunque cuando se saca un córner cualquier rebote puede darse.

El Sevilla se iba con la sensación de haber tenido muy cerca el premio completo, los aficionados de la todopoderosa Juventus festejaban como si hubieran ganado. Y ni una cosa ni la otra, todo había quedado en empate a la espera del dictamen definitivo en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Allí se verá el segundo acto y la referencia está muy cerca, concretamente en el Manchester United. El Sevilla debe seguir remando para alcanzar su séptima final de la Liga Europa, aunque enfrente está una Juventus que se escapó viva ante los suyos.

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