Sin incidencia en lo deportivo

Los cuatro futbolistas del Sevilla implicados en la barbacoa en casa de uno de ellos que vulneró las reglas del confinamiento decretado por el Gobierno antes del paso a la fase 1 se encuentran desde ayer integrados en los entrenamientos del primer equipo y, por tanto, el episodio se cierra en el club con la vuelta a la normalidad, por lo que estarán a disposición de Julen Lopetegui de cara al derbi del 11 de junio.

Éver Banega, Lucas Ocampos, Franco Vázquez y Luuk de Jong, una vez que las nuevas pruebas PCR y los test serológicos han dado resultado negativo, volvieron a entrenar con sus respectivos grupos –hay que recordar que no pueden pasar de catorce– después de dos días de trabajo en solitario como medida de precaución para evitar un posible contagio masivo en caso de estar infectados.

Además, el club continúa realizando constantes controles y ayer varios jugadores se sacaron sangre, no sólo los implicados en la comida ilegal.

El Sevilla como entidad, independientemente de que aplique el reglamento disciplinario de régimen interno con una sanción económica (algo en lo que el club es escrupulosamente hermético), no tiene ninguna comunicación ni de LaLiga ni de los comités acerca de que no puedan ser alineados en los partidos que restan para la finalización del campeonato si tienen todos sus controles PCR y pruebas alternativas con resultado negativo.

Lopetegui cuenta con ellos como parte de la plantilla y seguirán entrenándose con normalidad integrados con el resto del grupo. Tanto el director general deportivo, Monchi, como el presidente, José Castro, así como varios de sus compañeros, Óliver Torres, Joan Jordán... han arropado a los cuatro implicados con sus manifestaciones, utilizando siempre el argumento del arrepentimiento y que han entendido que han cometido un error como eximente de cara a un castigo más severo de lo que pueda especificar el régimen interno del club.

En principio, el Sevilla no prevé que pueda venir una sanción por parte de LaLiga, pues hasta su presidente, Javier Tebas, puso por delante el gesto de los jugadores de pedir perdón, pero desconoce si puede haber de aquí al día 11 una decisión en sentido contrario.

Otro organismo a más altas instancias, el Consejo Superior de Deportes (CSD) también ha destacado el acto de contrición protagonizado por Banega, Ocampos, Franco Vázquez y De Jong. Su presidenta, Irene Lozano, también entiende como eximente el arrepentimiento voluntario de los jugadores, que ya han recibido la recriminación general de todo el mundo del fútbol. “La imagen de los jugadores del Sevilla me pareció mal y está bien que hayan pedido disculpas, son modelos para niños y adultos”, dijo al respecto la presidenta del CSD en una intervención en la cadena Cope.

En el Sevilla, enfrascado en la preparación de cara a un partido importantísimo como es el derbi ante el Betis, quieren que todo vuelva a la normalidad y que el club deje de ser noticia diaria por este incidente ocurrido la semana pasada y que se destapó con la publicación de las fotos de la conocida comida en la que los cuatro jugadores, junto a sus parejas y dos personas más, superaron el número permitido en una reunión en la que, además, no respetaban las medidas de distanciamiento social ni usaban mascarillas.

La plantilla tendrá descanso hoy jueves para enfilar las últimas sesiones de la semana, aún con la necesidad de dividir el grupo en dos según las actuales directrices de las autoridades sanitarias. A partir de la semana que viene, los entrenamientos ya podrán ser totalmente grupales.