De la irrupción ofensiva del Papu al preciso tiralíneas de Acuña

Sevilla FC - Granada CF | Los nombres propios

Papu Gómez se dispone a tocar la pelota ante el acoso del central Germán.
Papu Gómez se dispone a tocar la pelota ante el acoso del central Germán. / Antonio Pizarro

El Sevilla encadenó su quinta victoria consecutiva en la Liga, amarró la clasificación para la Liga de Campeones con cinco jornadas aún por delante y aspira ya sin duda a conquistar el campeonato. El Granada opuso resistencia desde su orden e intensidad, pero entre los pases inteligentes y precisos al espacio que sirvió Acuña desde el costado izquierdo, las tablas de Rakitic, las galopadas de Lucas Ocampos y la astucia del Papu Gómez para irrumpir en zonas adelantadas, cayó el coriáceo entramado que tejió ese buen entrenador que atiende por Diego Martínez.

Papu Gómez

Es el medio con más llegada y el Sevilla debe explotarlo. El Papu cuajó su partido más completo desde que viste la zamarra blanca del Sevilla. Con Rakitic algo más atento a echar una mano a Fernando atrás, el menudo jugador argentino detectó con agudeza las debilidades del Granada en su presión bajo el 1-3-4-3 que dispuso Diego Martínez, y allá que se fue a la espalda de Foulquier, donde se debía abrir el central diestro Nehuén. El Papu estuvo a punto de marcar un golazo por la izquierda con su zurda, provocó el penalti y asistió a Ocampos.

Lucas Ocampos

Tras tirar el penalti Rakitic, algo de justicia poética hubo en ese segundo gol. Tras fallar ante Barcelona y Atlético, Lucas Ocampos se echó a un lado para que Rakitic tirara un penalti en el que el argentino fue protagonista por su gran galopada. Por ello, algo de justicia poética hubo en que el segundo y a la postre decisivo gol sevillista lo marcara el dorsal 5. El partido se puso para explotar sus virtudes y lo hizo.

Rakitic

Criterio y trabajo como el más humilde peón. El internacional croata no va a batir líneas en una arrancada y, como conduce de forma premiosa, se le suelen echar encima, pero con su experiencia supo descargar el juego para asegurar el balón y evitar pérdidas ante los rápidos Kenedy y Luis Suárez. No ase ahorró un solo esfuerzo, una sola carrera. Trabaja como el más humilde peón.

Acuña

Su tiralíneas en largo horadó al coriáceo Granada. Ahora que ha logrado la continuidad que antes le impidieron las lesiones, Acuña se está convirtiendo en uno de los puntales ofensivos de este Sevilla. Su técnica y visión en el golpeo en largo desnudó el audaz dibujo táctico del Granada. Sobre todo en el magistral pase al espacio que lanzó al galope a Ocampos.

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