Koundé, el eco abrupto de la gloria sevillista
La discusión de su venta y cómo fue relevado el héroe de la Copa del Barça iniciaron el declive blanquirrojo
SOS Sevilla FC: La crispación como perniciosa costumbre

El zapatazo de Jules Koundé que le dio la Copa del Rey al Barcelona, pleno de fuerza y técnica en el minuto 116 de la prórroga frente al Real Madrid, fue como un aldabonazo fortísimo en la conciencia colectiva del Sevilla. En el Estadio de la Cartuja, apenas a 5 kilómetros del Ramón Sánchez-Pizjuán, el formidable defensor francés se erigía en héroe azulgrana confirmando su progresión, que ha ido paralela al declive sin final del Sevilla. Curiosamente, Koundé está en el magma de esta deriva que tiene al club de Nervión en la mayor crisis deportiva e institucional del siglo XXI.
La forma y el momento en el que fue traspasado en el verano de 2022 después de ganar la Europa League en 2020 el entonces jovencísimo futbolista parisino creó un primer cisma en la cúpula del Sevilla que tomó forma en el adiós sin vuelta atrás de Monchi un año después. El actual director deportivo del Aston Villa apostó por su traspaso en el verano de 2021. Entonces el comité ejecutivo que presidía José Castro con bastante preeminencia ya del actual presidente, José María del Nido Carrasco, rechazó la oferta del Manchester City de 55 millones de euros.
Monchi frunció el ceño en ese momento porque entendía que ese precio y la necesidad de reciclaje continuo de la plantilla sobre las plusvalías necesitaba ya de esa tremenda inyección. Entró en escena el Chelsea, cuya oferta también sería rechazada, y en la puja del verano siguiente el Barcelona se llevó la prenda como hiciera en 2008 con Daniel Alves tras otra oferta del Chelsea que no cuajó en 2007, entonces con José María del Nido al frente del club.
Al Sevilla le salió bien la jugada en principio porque el Barcelona se comprometió al pago de 50 millones de euros -menos que el City un año anterior- pero con mayores variables. Algunas fuentes hablaban de hasta 12 millones más según qué objetivos deportivos. Pero lo cierto es que la relación entre Monchi y Del Nido Carrasco sobre todo, con la intermediación de Ignacio Navarro -el psicólogo con cargo ejecutivo- por su creciente ascendencia sobre las cuestiones deportivas, se rompió entonces y se terminó de fraguar con la marcha del director deportivo tras la conquista de la séptima UEFA Europa League. La gesta de Budapest ofreció a Monchi una despedida por la puerta grande que no iba a rechazar después de que le movieran la botella de agua de sitio...
Ya nada fue igual y también tuvo que ver que Monchi dejó de acertar en sus últimos años. La prueba es que el relevo que eligió para Koundé en 2022 fue un futbolista que se quedó en eterna promesa. Una promesa rota entre dudas técnicas y, sobre todo, continuas lesiones: ahí está Nianzou, nuevamente varado con un serio problema muscular que le impide terminar su tercera campaña. En sus tres cursos ha jugado 50 partidos de forma muy irregular.
Monchi regresó al Sevilla de la mano de José Castro en 2019 con mando en plaza para relevar a Joaquín Caparrós, quien reconoció que la dirección deportiva no era lo suyo. No entendía los entresijos y los manejos de un mercado enfangado de intereses y así lo confesó públicamente para tirar la toalla. Seis años después, Caparrós está de nuevo al frente del equipo por presión del consejo frente a la nuevamente fallida apuesta de Víctor Orta, quien firmó su desencuentro con la afición el día que decidió que José Luis Mendilibar, el último entrenador que conectó con equipo y grada, no era adecuado para su Sevilla.
Tres años después de la venta de Koundé, Monchi triunfa en Birmingham, Koundé es héroe del Camp Nou y Caparrós se presenta como el último salvador de un sevillismo sin referencias.
También te puede interesar