Sevilla F.C.

40 millones, la reducción que sufrirá el presupuesto

  • Rebajar la masa salarial con una plantilla de 22 jugadores, la principal medida

  • Las ventas de Lenglet o N'Zonzi podrían minimizar el efecto

El presidente, José Castro, en la última Junta General de Accionistas del Sevilla F.C. SAD.

El presidente, José Castro, en la última Junta General de Accionistas del Sevilla F.C. SAD. / antonio pizarro

Una de las primeras y lógicas conscuencias de que el Sevilla no participe en la próxima edición de la Liga de Campeones por primera vez desde hace tres temporadas será la reducción del presupuesto de gastos e ingresos, que en el ejercicio que vence dentro de un mes, el 30 de junio, ha tenido una cota histórica. En la última Junta General de Accionistas, celebrada en diciembre, se aprobó un presupuesto de 212 millones de ingresos y 194 de gastos, el mayor en toda la historia de la sociedad y el cuarto de la Liga Santander, sólo por debajo de los de los grandes, Barcelona, Real Madrid y Atlético.

Para la próxima temporada, en esa idea general de volver a los orígenes en todos los ámbitos futbolísticos, está prevista en principio una reducción en unos 40 millones, aunque esta cantidad también puede fluctuar dependiendo de los ingresos que se produzcan por venta de jugadores. En este sentido, está claro que hay dos nombres que están sobre el tapete y cuya salida o no va a dibujar en gran medida la tendencia y la dirección que tengan los presupuestos finales para el ejercicio 18-19.

212Millones, cifra récord. El presupuesto del ejercicio que acaba el 30 de junio era el 4º de la Liga

El comité ejecutivo, junto con los consejeros encargados del área económica, ya lleva varias semanas estudiando este asunto necesario para la supervivencia y la buena gestión de una sociedad que está más que saneada, pero que no va a contar con los ingresos con que la UEFA premia a los clubes participantes en la fase de grupos de la mayor competición continental. El Sevilla volverá a participar en la Europa League, un torneo que le ha dado durante años muchos beneficios, deportivos y económicos, pero que no llegan ni mucho menos al nivel de los de la Liga de Campeones.

Por comparar, el Sevilla recibió la temporada recién acabada cerca de 50 millones de euros (market pool incluido) por alcanzar los cuartos de final, mientras que ganar la Liga Europa, con la dificultad que ello también entraña, reporta no más de 30 millones en el mejor de los casos.

Así, la entidad tiene la obligación de prever todo eso, así como que tendrá que disputar eliminatorias previas antes de alcanzar la fase de grupos, por lo que ya está manos a la obra en la tarea de trazar un plan para que la economía, pese a la reducción sustancial segura en el nivel de ingresos, siga trazando una línea ascendente.

En este sentido, para empezar, la intención del consejo es reducir la masa salarial de la primera plantilla (también del filial, que al bajar a Segunda B no tendrá la exigencia de equiparar los contratos al salario mínimo que marca la AFE). Para ello, una de las medidas va a ser el número de jugadores. Machín y Caparrós están en la misma sintonía en este aspecto y la idea es que el primer plantel disponga de 22 ó 23 fichas profesionales, no 26 como la última campaña. Ello ayudará a reducir la masa salarial y también será el primer paso para la anunciada apuesta por los jugadores de la cantera. Fomentar su impulso es una de las promesas de la nueva dirección de fútbol que estrena y encabeza el utrerano.

Todo sea para equilibrar los números. El gasto en refuerzos va a ir estrechamente ligado al nivel de ventas. Es decir, si el Sevilla vende a N'Zonzi y a Lenglet quizá el presupuesto experimente una rebaja menor (o puede que no) que si sólo es traspasado uno de los dos, amén de que aparezca alguna oferta importante e inesperada de momento por algún otro jugador.

El Sevilla también debe contar con una considerable reducción en los ingresos por venta de abonos, que la temporada pasada también registró unos picos históricos. El consejo aún no ha decidido cómo, pero tiene la intención de acometer una pequeña rebaja en el precio de los mismos, entre otras cosas porque el producto es diferente y el club no puede incluir en su oferta (el llamado abono total) partidos de Liga de Campeones. El club también da por hecho que la masa social sufrirá una pequeña reducción, aunque es algo que no se sabe y que depende de varios factores, como la ilusión que genere el equipo en verano, refuerzos... y también el precio del abono.

En cuanto a las obras que se están acometiendo en el estadio para ganar aforo no se estima que afecten al presupuesto de gastos más de lo conveniente, sobre todo si se hacen bien los deberes en la reducción más que nada en masa salarial. La idea es que la entidad siga dando balance favorable en la cuenta de pérdidas y ganancias.

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