Hay una gran clave entre muchas que sobresale al ver el buen partido del Sevilla en Renania: los jugadores ya no parecen peores de los que son. Y los recién llegados, sobre todo los casos de Nianzou y Marcao, empiezan a reconstruir ese muro que se desmoronó atrás con las ventas de Koundé y Diego Carlos. Parece el principio de algo que ilusiona. Pero urge ganar partidos.

Defensa

Jorge Sampaoli dispone una defensa de tres centrales, con José Ángel abierto a la derecha, Nianzou en el medio y Marcao a la siniestra. En defensa posicional, Jesús Navas y Acuña se retrasan para formar defensa de cinco y la pieza más adelantada suele ser Suso, ya que En-Nesyri, por su zancada y sacrificio, ayuda más a tapar y obstaculizar el inicio de los ataques de los aurinegros desde atrás.

El ensamblaje de Marcao es inmejorable. El brasileño tiene velocidad de reacción cuando Adeyemi lo prueba a campo abierto, y le gana todos los duelos. También a Bellingham.

El gol del empate alemán llega en una pérdida en el mediocampo que pilla desajustado a todo el entramado defensivo, la basculación a la derecha deja un pasillo muy evidente que el lateral Meunier aprovecha para servir un centro al corazón del área, a media altura, que Bellingham remata como puede y que parece ir demasiado cruzado, pero rebota en Nianzou y la pelota se va a la portería ante un Bono que nada puede hacer.

El Sevilla se dispuso con un orden extremo sobre la hierba, y trató de apretar arriba lo que pudo, dificultando mucho la construcción del Dortmund desde atrás, donde Hummels suele llevar la voz cantante.

Corrió riesgos en la salida del balón la escuadra de Sampaoli. Más de lo habitual con Julen Lopetegui. Los tres centrales se atrevieron a dar pases avanzados por dentro. De hecho, en el único error de Marcao en la primera mitad, trató de sacar el balón al primer toque con un rival a apenas dos metros, estrelló el balón en su cuerpo y luego se escurrió el defensa, pero la acción quedó en nada.

Ataque

Jorge Sampaoli se congratula de que su equipo defendiera y atacara con la pelota, con el juego. El buen Sevilla de Julen Lopetegui, que pervivió durante mucho tiempo y ha tratado de reencontrarse sin éxito en este año natural de 2022, también era fuerte con la pelota. Pero a su estilo. El menudo e hiperactivo entrenador de Casilda quiere un equipo más corto en el campo y, en espera de que la frescura física le procure una presión aún más adelantada, al menos lo saca de la cueva con una zaga de cinco que concedió muy poco a todo un Borussia Dortmund, que procuró una buena transición en corto, en la que Gudelj y Rakitic se sintieron mejores jugadores de lo que se sentían últimamente.

Virtudes

El equipo se está reconstruyendo desde atrás, con Nianzou y Marcao apuntando maneras desde su punto de osadía.

Talón de Aquiles

Sampaoli da más verticalidad, pero a las llegadas le sigue faltando pólvora, más verdad.