Sevilla FC

De lo reconocible a la electricidad (4-0)

  • El Sevilla se estrena ante el Coventry en su primer amistoso de pretemporada con una goleada fraguada en el empuje de los canteranos.

  • Iván Romero, con dos golazos, Carlos Álvarez e Idrissi destacan en una cita con buenos minutos también de Bono, Suso o Pozo 

Sergi Gómez, Rekik y Fernando se felicitan tras el 1-0 tras un remate del primero.

Sergi Gómez, Rekik y Fernando se felicitan tras el 1-0 tras un remate del primero. / Sevilla FC

El Sevilla logró lo que buscaba en su primer test de pretemporada ante el Coventry. Dejó buenas sensaciones e hizo goles, pero sobre todo acumuló las primeras cargas a nivel competitivo, refrescó conceptos tácticos y no hubo contratiempos, aunque Fernando se retiró por precaución con un golpe.

Quizá en el plano que siempre busca el aficionado, el aspecto individual, destacaron tres hombres que salieron tras el descanso, Idrissi, que busca convencer a Lopetegui, y los canteranos Carlos Álvarez e Iván Romero. Uno fabricó dos goles y el otro los metió con música. Sin duda, aire fresco a la espera de que se incorporen el resto de internacionales.

En una fase aún incipiente de la preparación en la que la compensación de las cargas no permiten más de 45 minutos por jugador (con más sesiones de trabajo llegarán los 60 y por último, los 90), Lopetegui hizo coincidir a la mayoría de sus titulares en la primera mitad, conformando un once muy reconocible salvo por un par de posiciones y desplegando las herramientas tácticas que estamos acostumbrados a ver en este equipo. Con jugadores además hechos ya al modelo y sin caras nuevas que llevarse a la boca, al sevillista le parecía que estaba aún en la pasada temporada.

Los comportamientos, los movimientos... son los mismos. Ataques en amplitud con los laterales (Jesús Navas y en este caso el joven Juanlu) ganando mucha altura y metiéndose tanto por dentro como por fuera, con los extremos ídem de lo mismo e intercambiando posiciones con los interiores, esa presión intensa desde arriba, y en primera instancia sin una referencia ofensiva clara, ya que el único nueve en la concentración, En-Nesyri, apenas jugó 15 minutos al sustituir a un tocado Fernando, una de las víctimas del excesivo celo con que a menudo se emplearon los ingleses. Fue Óscar Rodríguez quien pululó por las zonas de ataque sin ser una referencia fija hasta la pausa de hidratación cuando ya salió el marroquí.

El resultado en estos partidos no tiene tanto valor como las sensaciones y el marcador, la verdad, se puso de cara muy pronto, en una acción a balón parado, un córner, que acabó con un defensa metiéndose el balón en su propia portería tras el remate de Sergi Gómez.

Con el 1-0, ese fútbol reconocible, de posesión y de intercambio de espacios se alternó con algunos desajustes defensivos, sobre todo en el pasillo central, que hicieron posible comprobar que Bono ha vuelto en buena forma. Sacó un par de pelotas en sendas situaciones que no hicieron sino constatar la incomodidad que produce en Lopetegui que se corran riesgos innecesarios en campo propio. Por eso, y porque el 3-5-2 del Coventry provocaba igualdades numéricas con la presión de los puntas ingleses –Rekik lo sufrió en un despiste– el técnico mandó a Fernando a compensar en la salida de balón.

En la segunda parte, eminentemente canterana, sí apareció la electricidad, esa chispa que el aficionado tanto agradece en esta época de piernas pesadas. La entrada de Idrissi y de Carlos Álvarez le metió una marcha más al juego a partir de la zona de tres cuartos y en el fútbol de ambos se podía apreciar las ganas, cada cual con sus circunstancias, lo que se traducía en ritmo en los ataques a setenta metros de un Dmitrovic inédito. El neerlandés, desequilibrante como a él le gusta y a Lopetegui también, a pierna cambiada, marcó un golazo de falta tras una acción de verticalidad del canterano.

Y después apareció Iván Romero, que aprovechó la tarde, y bien, para exhibirse. El goleador del Sevilla Atlético lo hizo con dos tantos a la vez de calidad y de astucia, uno con el exterior tras una gran maniobra con el tacón para aprovechar un gran pase de Carlos Álvarez con el 3-0. Después, él mismo redondearía el marcador con una picadita.

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