real sociedad | sevilla

Un rival directo acecha

  • El Sevilla debe levantar el ánimo tras el varapalo del Bernabéu en un feudo poco propicio donde espera la entusiasta Real Sociedad

  • El regreso a los tres centrales, opción lógica

Lo del martes en el Santiago Bernabéu fue como una mala resaca después de tanta comilona desproporcionada. Era mucha la azúcar que se espolvoreó sobre el Sevilla de Jorge Sampaoli tras su pujante marcha en 2016 y el inicio del 2017 ha sido como un aviso ante el peligro de empacho. Enero ha metido la directa una vez que el Rey Baltasar les enseñó la trasera a todos los que ya sueñan con la festiva primavera y ahora el peligro es no levantar el ánimo y dejarse llevar por la melancolía en plena cuesta del mes más largo del año. El Sevilla necesita levantarse además porque lo acecha un rival directo, una entusiasta Real Sociedad que aspira por méritos propios a ese tercer puesto que parecía tener bien asido el equipo de Sampaoli. Cuidado, que la Liga empieza a ponerse seria.

A cuatro puntos del Sevilla de Sampaoli está la Real de Eusebio, un equipo que está sorprendiendo por su capacidad de presión al contrario, por su alegría ofensiva, por la pegada con la que Willian José ayuda al incombustible e inquietante Carlos Vela, por la frescura de Oyarzabal y la reedición del mejor Illarramendi... La estructura de la Real Sociedad funciona y más aún ante su entregado público, que aupará a los suyos a sabiendas de que visita Anoeta uno de los grandes de España, este Sevilla que está obligado a asumir la presión de ser recibido con tales honores aristocráticos.

La forma soez con la que el equipo de Sampaoli cayó junto a la Castellana por el fútil planteamiento, por el impertinente arbitraje, por la ensoberbecida alineación de un equipo imposible, ha deparado uno de esos anticlímax tan habituales en nuestro fútbol sureño. Sin embargo, este Sevilla que tanto elogio acaparó antes de que el bisiesto 2016 doblase su cerviz ante el radiante 2017 tiene los mismos mimbres, prácticamente, en espera de que Lenglet y compañía se vayan subiendo al carro de Sampaoli. Y esos mimbres, bien entrelazados, deben volver a ofrecer la trama de equipo sólido, entusiasta y valiente que mira a los ojos del rival para decirle te voy a ganar.

En Anoeta, Sampaoli dejará aquellos experimentos más propios de una alucinada resaca de Nochevieja. Volverá a alinear a un delantero de verdad, o dos, no al más joven del plantel para que se bandee él solito con la defensa del Madrid. Y volverá a arropar a Nasri como éste necesita, no reblandeciendo el equipo con otro jugador de gran clase, pero nula presencia física y táctica como Ganso. Para esto, Sampaoli tiene la ventaja de que ya puede contar con Franco Vázquez, obviamente mucho más competitivo que Ganso, sobre todo a domicilio. Y el remate lógico de la recomposición del equipo sería la vuelta a la zaga de tres, para reforzar a N'Zonzi en esa posición clave en la que debe actuar de faro de todo el equipo. Con las espaldas mejor guardadas, con uno siempre al menos por detrás, el portentoso medio centro francés se siente más seguro y sostiene y lanza mejor a su equipo.

El partido de vuelta de los octavos de la Copa ya queda demasiado lejos, demasiado quimérico, por lo que Sampaoli puede quemar hoy sus naves. Repetirá posiblemente la base del equipo del martes, pero con una disposición más lógica y con refuerzos de enjundia como Pareja, Franco Vázquez, Vietto, quizá Ben Yedder... Incluso Lenglet viajará con el equipo, horas antes del partido, para irse haciendo a la idea de cómo es su nuevo entorno, aunque, con apenas un entrenamiento y piezas suficientes en la zaga es improbable que esté entre los 18 finalmente.

Entrente estará una Real fuerte, vivaracha, enérgica, goleadora. Sólo un pero se le puede poner al equipo de Eusebio, ya confirmado como la nueva revelación de esta Liga. El flanco derecho de su zaga es nuevo, puesto que Carlos Martínez se lastimó de gravedad en Granada antes del parón y Raúl Navas tiene un problema muscular. Zaldua y Mikel González serán el lateral y el central y por ahí flaquea la Real. Es un rival directo y acecha en su redil. Toca levantarse.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios