Llegados al tercer parón de la Liga, metidos por fin en el otoño de verdad, hay ya datos para ir sacando conclusiones más o menos fiables sobre el Sevilla. El equipo de Eduardo Berizzo embocó el tercer tramo competitivo como segundo y con la esperanza de aumentar sus prestaciones en esa fase tan dura. Pero jugar en San Mamés, Mestalla y Camp Nou ha destapado las carencias de un equipo que ya estaba dando síntomas de tener muy escasa pegada. Al salir de esa primera cuesta otoñal, el Sevilla es sexto, con un registro goleador paupérrimo, 12 a favor y 11 en contra, con una ratio impropia para un equipo que busca tan altas metas: 1,09 goles por partido.

Fuera de casa es donde más se ha desnudado el Sevilla en la faceta atacante. En el Camp Nou es normal atacar poco, pero sólo rematar tres veces a puerta es muy poco. Una de ellas, por cierto, fue gol, en uno de los pocos centros a balón parado que tuvo: córner de Banega y cabezazo de Pizarro. Fue el tercer gol del Sevilla en su sexto partido a domicilio. Apenas el Espanyol y el Alavés, con dos tantos cada uno, han marcado menos fuera de casa.

Mirando los goles de los rivales que tiene arriba en la tabla, las diferencias son muy llamativas, significativas. El Barcelona ha marcado 30 goles, 10 de ellos a domicilio; el Valencia, 30 y 14; el Madrid, 22/11; el Atlético, 16/11; y el Villarreal, último equipo que ha adelantado al Sevilla en este tramo competitivo de octubre, 18/6. Frente a estos dígitos, los raquíticos 11/3 del conjunto de Berizzo.

Datos del Sevilla

Curiosamente, el Sevilla, pese al retoque táctico que cortó la sangría producida en la semana negra -la que va de Bilbao a Valencia, del 14 al 21 de octubre-, mantiene más o menos la misma dinámica en ataque, su producción ofensiva y goleadora sigue siendo escasa. El retoque, en teoría, debe darle seguridad al equipo para que vaya soltando amarras, sin miedo a lo que se va dejando atrás. Pero de momento, la realidad es la que es. El Sevilla del dominio de los partidos a través de la pelota llega y golea muy poco.

Su posesión del esférico y su efectividad en el pase no garantizan la productividad ofensiva. El Sevilla es el quinto equipo en porcentaje de dominio del balón, con un 55,2% de media. Por delante tiene a Barcelona (60,5%), Madrid (59,3%) y dos equipos que están por debajo en la tabla, Real Sociedad (56,2%) y Celta (56,1%). En cambio, otros equipos con más pegada y mejor clasificación no manosean tanto la pelota: Valencia es el duodécimo en posesión (48,3%), el Atlético también tiene menos dominio que el rival (47,2%) y el Villarreal está equilibrado (51,8%).

En cuanto a acierto en el pase, el Sevilla es el séptimo con el 82,2%, en otra faceta que dominan Barça y Madrid (87,7% y 87,6%). Y otra vez Villarreal (81,8%), Valencia (81,1%) y Atlético (79,4%) están por debajo. En tiros a puerta, en cambio, Valencia (13 de media por partido y 30 goles) y Villarreal (12,5 y 18 goles) lo superan. No así el Atlético, que lanza 11,4 remates por partido y lleva 16 goles, por los 11,5 tiros por partido del Sevilla. La estadística parece querer poner en evidencia que no hace falta tener tanto el balón, ni disponer a tantas piezas por delante del balón, sino saber lanzarlo al espacio, arriesgarlo, con un posicionamiento más eficaz. Porque, de momento, Ben Yeder y Muriel, con dos tantos cada uno en la Liga, los mismos que Ganso, no están teniendo una efectividad palmaria. El parón también debe servir para corregir esta lacra.