Almeyda-Bonini: Energía y ritmo, esos valores elementales

El vestuario sufre y nota la metodología, más física, y Alfon elogia la “intensidad” del argentino y su preparador físico para cimentar la temporada en contrasta con pasadas quejas de Saúl y Suso

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Matías Almeyda sonríe socarrón ante el esfuerzo de sus jugadores junto al histórico utillero Pichón.
Matías Almeyda sonríe socarrón ante el esfuerzo de sus jugadores junto al histórico utillero Pichón. / Juan Carlos Muñoz

A falta de fichajes, trabajo puro y duro en la ciudad deportiva. Matías Almeyda, como todo entrenador que llega a un nuevo escenario, está dejando su firma y los futbolistas agradecen los nuevos aires. Luego, el balón y sólo el balón es el que se encarga de poner las cosas en su sitio y dirá si lo proyectado en la pretemporada tiene frutos positivos o no. Pero de momento se notan las nuevas formas. Y los primeros que lo notan son los jugadores, que sufren la “intensidad”, el “ritmo”, esa pasión que tanto verbaliza el argentino, fiel al carácter racial del fútbol del Cono Sur.

Con Matías Almeyda, y su preparador físico Guido Bonini, por ahora el único integrante de su cuerpo técnico, han vuelto a la ciudad deportiva del Sevilla las largas sesiones de entrenamiento con preeminencia de lo físico. Los futbolistas acaban exhaustos después de dobles sesiones que casi siempre llegan a las 1:45 horas, casi 120 minutos de ejercicios con o sin balón en los que de fondo se escuchan las expresiones propias del característico dialecto porteño del técnico de Azul, una ciudad al sur de Buenos Aires.

“La pretemporada está siendo bastante exigente y es muy necesaria esa exigencia para ir creciendo como equipo”, dijo Alfon en su presentación. El único fichaje hasta ahora del Sevilla fue preguntado expresamente por “la caña” que les está metiendo Guido Bonini. “Muy contento con Guido y con todo el cuerpo técnico, que hace un trabajo magnífico. Nos está poniendo a tono, nos está haciendo crecer en ese tono físico, que al final es muy importante para aguantar el ritmo de todos los partidos en Primera División. El físico es muy importante por cómo está el fútbol”, replicó. “Guido y Almeyda están haciendo un trabajo magnífico en ese aspecto”, añadió el albaceteño.

Guido Bonini, preparador físico de Matías Almeyda, se dirige a los jugadores sevillistas.
Guido Bonini, preparador físico de Matías Almeyda, se dirige a los jugadores sevillistas. / Juan Carlos Muñoz

Los testigos directos de las sesiones íntegras hablan de que es cierto que hay más intensidad que en los técnicos antecedentes. Desde Mendilibar no se veían por costumbre las dos sesiones. Ni tanta comunicación directa con los jugadores. García Pimienta era más observador que participante en las sesiones. Por ahí llegaron algunos desencuentros entre algunos veteranos como Saúl y Suso y el coach que trajo: discutieron sobre la metodología.

Almeyda está siendo más comunicativo. Su voz se oye fuerte bajo el tórrido sol. Alfon da fe de su vehemencia, de su brío. “Estoy muy contento con él. Nos está metiendo mucha intensidad desde el primer día. Tiene mucha energía y al final eso pues se nota y se agradece. Para tener buen ritmo y que los entrenos sean buenos tienes que meterles intensidad y ritmo y eso a él le sobra. El año pasado había un entrenador diferente y ahora está Matías que tiene otra predisposición”.

Más comunicativo, más vociferante, más argentino. Sin tanto balón, quizá por no ser europeo. En Europa se impuso en los últimos años el entrenamiento con balón, el método de La Masía. Almeyda trae otra metodología con mucho físico... Balón, sí, pero con energía. Valores elementales del fútbol de siempre.

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