El Sevilla de García Pimienta y Víctor Orta, esa promesa por cumplir
El técnico barcelonés sigue sin dar respuesta convincente en una segunda vuelta en la que sólo ganó dos veces, a domicilio, y empató cuatro además de la debacle ante el Barça
La dependencia de Lukébakio en números
El proyecto de regeneración del Sevilla parece estancado. Inmerso en un mediocre marasmo. Convertido en un sedante para una afición que no sufre los sobresaltos que padeció las dos últimas temporadas pero que tampoco tiene ningún incentivo emocional positivo. Ya pocos creen en esta promesa por cumplir que es el equipo de García Pimienta. Ahora llega la parte dura del calendario y ahí sigue el equipo blanquirrojo, perdido en la medianía, a cinco puntos del sexto, el que marca Europa por ahora, y a nueve del decimoctavo que marca el descenso.
En Anoeta tiene la ocasión de dar ese pasito adelante tantas veces prometido. Ya desperdició por tres veces la ocasión de sumar dos triunfos consecutivos al calor de su gente: empató con el Osasuna tras ganar al Rayo en la primera vuelta y ya en la segunda volvió a empatar frente a Espanyol y Mallorca tras haber vencido fuera a Girona y Valladolid. Cada vez que García Pimienta apuesta por ganar por primera vez dos encuentros consecutivos pincha.
El pasito adelante que no se da
“Entramos en un momento clave; si damos ese pasito más nunca se sabe lo que puede pasar”, dijo en la previa del partido con el Mallorca, ante el que fue incapaz de gestionar mejor la ventaja de 1-0 durante una nefasta segunda mitad. El yerro de Nyland fue un castigo a su racanería, a su parquedad de recursos, a la dependencia de Lukébakio, que tuvo un mal día sin que fuera capaz de quitarlo o de cambiarlo de posición su entrenador, entregado a su salvador como única solución. ¿Entonces cuándo se verá esa mejoría prometida?
Las individualidades salvan al equipo
En Vallecas la respuesta del equipo fue paupérrima y tuvo que ser Nyland el lo que sostuviera antes de que Lukébakio apareciese con su varita mágica. En esta segunda vuelta el Sevilla sólo fue capaz de ganar dos veces, a domicilio en Gerona y Valladolid, y ya lleva cuatro empates (dos en casa) y la fea derrota con el Barcelona.
Y no se puede olvidar que empezó el año tirando la Copa en Almería. “Tenemos que dar un paso más porque tenemos mimbres para hacer algo más de lo que estamos haciendo”, dijo en la previa del partido de Copa, el pasado 3 de enero. “Creo que con el esfuerzo y la calidad que tienen los jugadores se va a terminar viendo un Sevilla mejor del que empezó”, añadió, antes de que las lesiones empezaran a horadarle el plan y de que las correcciones de la plantilla en enero no lo satisficieran hasta el punto de haber habido amago de cisma con la directiva.
Dos meses después la promesa sigue sin cumplirse... aunque García Pimienta podrá decir que Víctor Orta y Del Nido Carrasco tampoco cumplieron la promesa de cubrir pieza por pieza en enero si se producían salidas... El Sevilla sigue siendo por tanto una promesa por cumplir. Como si en Nervión no conociesen el apotegma de lo prometido es deuda.
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