Sevilla-Reading | Resultado

El primer trazo de Lopetegui (2-1)

El nuevo Sevilla de Monchi y Lopetegui arrancó como a todo el mundo le gusta, con victoria y exponiendo lo que pueden ofrecer los fichajes, esas caras nuevas que siempre satisfacen las novelerías propias de esta época del año futbolístico. Con un gran Reguilón, la incorporación que más se exhibió en ataque, con un Fernando que demostró su empaque en apenas un cuarto de hora y sin haber hecho ni un solo entrenamiento con sus compañeros, con la pillería y la frescura de dos canteranos como Pozo y Lara, que fueron los que lograron que el triunfo llevara el buen sabor de boca al sevillismo... el equipo de Lopetegui venció a un Reading que tuvo tras el descanso sus mejores minutos y que se adelantó en el marcador, algo anecdótico siempre en esta fase de la pretemporada si se compara con otras cuestiones.

Pero lo poco o lo mucho que el nuevo Sevilla de Lopetegui pudo exhibir en San José de la Rinconada se encuadra dentro del marco de un equipo al que le gusta presionar arriba y que se estructura en una especie de 4-3-3 en el que no hay extremos específicos sino dobles interiores que crean mucha superioridad por dentro y que dejan los pasillos, por lo general, libres para los laterales. Y ahí destacó sobremanera Reguilón, quien aprovechó bien su costado en la segunda parte y puso balones con mucho peligro, como el que sirvió al Sevilla para empatar al provocar un penalti por manos de un defensor al intentar evitar el remate del otro lateral, Aleix Vidal.

Igualaba Nolito el tanto inglés que llegaba tras el descanso y el habitual carrusel de cambios que siempre deja a un equipo unos minutos tarumba. Sergio Rico, que antes había hecho un paradón en una falta, no salió en un córner mal defendido también por Aleix Vidal. El tanto llevaba dudas a un Sevilla que se las sacudió a base de buscar a Reguilón, un lateral que aporta frescura, velocidad y muy buen trato del balón en ese fútbol asociativo con los extremos e interiores que propone Lopetegui.

Pero todo eso fue después de una primera mitad más táctica en la que el vasco alineó a cuatro de las nuevas incorporaciones. Con Banega como eje para sacar el balón, el nuevo Sevilla agradecía la fuerza que ofrece Joan Jordán en la presión y la personalidad que mostraba Ocampos para pedirla y para soltar sin complejos un interesante latigazo de derecha.

Dabbur controla el balón. Dabbur controla el balón.

Dabbur controla el balón. / Antonio Pizarro

Es un equipo con unas señas de identidad claras, que envuelve a su rival con superioridad numérica y que presiona arriba y en todas las zonas del campo de manera coordinada y valiente. Esa presión arriba además va a contar esta temporada con el aliado de la nueva norma que elimina la obligatoriedad de que el balón salga fuera del área. Ello permite a los delanteros atacar el balón desde que sale de los pies del portero en el saque de puerta. Así tuvo el Sevilla la primera y mejor ocasión, en las botas de Munir, quien cazó un balón en el área, regateó al portero y disparó a puerta vacía a los tres minutos. No obstante, en la misma raya sacaba el balón un defensa. El hispano-marroquí fue el que tuvo las mejores opciones en una primera mitad sin muchos huecos. Otro disparo suyo y una jugada de Banega que no culminó Dabbur fueron lo mejor de esa fase del encuentro, en la que De Jong pasó inadvertido hasta la salida del israelí, que se movió algo más.

Tras el paso por la caseta, Lopetegui sacó un equipo prácticamente nuevo, con mucho canterano y con Koundé y Reguilón como caras nuevas. El francés apuntó maneras de velocidad para presionar y poco más para lo que la prueba exigía. El partido lo sacó del letargo el lateral cedido por el Real Madrid, destacando al final la salida de Fernando unos minutos para dar empaque y hacer temblar el larguero con un cabezazo y la picardía y chispa de Pozo y Lara, quienes fabricaron el gol del triunfo en un demarraje del de Huévar y un cabezazo del punta juvenil.

Llamó la atención que Roque Mesa no jugara ni un minuto, indicio de que no estará en los próximos ensayos, ya en EEUU.

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