El Sevilla suma tres puntos inesperados y de un valor áurico (0-1)
La crónica
Un gol de Akor Adams en la recta final tras un gran pase de José Ángel permite a los sevillistas derrotar al Rayo Vallecano y sumar su tercera victoria consecutiva fuera de casa
Vlachodimos protagonizó tres magníficas paradas cuando los madrileños tenían el mando absoluto de la situación
Así le hemos contado el Rayo Vallecano-Sevilla
No incluyan jamás, pero nunca es nunca, al fútbol, dentro de las ciencias que responden a la lógica. Un gol de Akor Adams en plena recta final le dio al Sevilla Fútbol Club tres puntos de un incalculable valor en un partido pobrísimo por parte de la tropa de Matías Almeyda. ¿El peor? El listón está bastante alto teniendo en cuenta el perpetrado en el Ramón Sánchez-Pizjuán frente al Getafe, pero seguro que estará más o menos en un nivel parecido. La cuestión, nada más y nada menos, es que esta vez los tres puntos ya figuran en el casillero clasificatorio de los sevillistas y eso nadie podrá objetarlo.
Porque igual que el fútbol no responde a ninguna lógica científica, todos los que suscribimos la fe balompédica resultadista, de la cual este cronista se declara como uno de sus más firmes defensores, tienen que buscar todas las razones para que el Sevilla pueda disfrutar a lo grande de este nuevo triunfo, el tercero en las siete jornadas que se han disputado hasta el momento en la Liga española.
Y claro que aparecen motivos para justificar que el Sevilla se fuera de Vallecas con la tremenda felicidad de haber vuelto a ganar un partido en este curso. La principal de ellas, lógicamente, responde al guardameta, a un Vlachodimos, Odysseas en el dorsal de su camiseta. Paró todo lo que le lanzó el Rayo Vallecano con cierto peligro, que tampoco fue mucho, dicho sea de paso.
El gigante griego estuvo acertadísimo en el arranque de la segunda mitad, cuando desvió una chilena de Alemao y después otro disparo a bocajarro de Pathé Ciss en un incendio que él mismo había originado con un despeje repelido hacia el centro en el tiro previo de Ratiu. La guinda para el pastel fue el balón que le sacó a Camello a bocajarro en el tiempo de prolongación, concretamente en el minuto 94.
Ahí salvó Vlachodimos dos puntos y como sucedió después del gol de Akor Adams y ya en los minutos añadidos eso será lo que permanecerá en la retina de todos los sevillistas. El resto fue defender más o menos ordenado, que no siempre bien, e impedir que el Rayo Vallecano pudiera aprovechar el regalo continuo del balón por parte de los hombres de Almeyda.
La última cuestión sería el aprovechamiento máximo de la única ocasión clara de gol que se les presentó a los visitantes. Una buena apertura por parte de Alexis Sánchez, otra vez, como frente al Alavés, el ímpetu de José Ángel por la banda derecha y un pase no menos bueno hacia Akor Adams. Éste le pegó con todo con su interior del pie derecho, nada de asegurar, y tuvo la buena fortuna de que el balón golpeara el travesaño por la parte inferior.
El sevillismo, el que finalmente se dio cita en Vallecas a pesar de las prohibiciones de Javier Tebas y su Liga y también el que apuraba el postre en sus domicilios o en el lugar que hubiera elegido para el almuerzo, explotó de júbilo. El milagro de los panes y los peces, casi, pero era una realidad ya, el cuadro de Almeyda se había adelantado en el marcador y sólo le restaba capear el temporal que llegaría después para sumar su tercer triunfo liguero.
Bueno, tuvo que sufrir el ojo escudriñador de González Fuertes buscando la más mínima infracción para invalidarlo, cosa que finalmente no se produjo, y aguantar después las embestidas de un Rayo Vallecano que se toparía con Vlachodimos en el remate a bocajarro de Camello. Dio igual, los tres puntos viajaban ya en la valija de regreso hacia Nervión, el sevillanísimo barrio que acoge a la fe balompédica que responde por sevillismo, para totalizar 10 en la clasificación.
Era el colofón a un partido de lo más gris en el vetusto estadio de Vallecas. Almeyda había planteado el juego con el mismo dibujo que en sus últimas comparecencias y con más futbolistas teóricamente titulares en el once inicial. Una línea de tres atrás donde debutaba el portugués Cardoso, y en la que Azpilicueta saltaba muchas veces para emparejarse con Isi, para mostrar una cara de lo más sobria, sin altos ni bajos; cuatro centrocampistas con los dos carrileros en los costados; Alexis y Vargas en un trabajo de enganche que no siempre efectivo; e Isaac peleándose con las paredes en la zona más adelantada.
Regalo del balón
Llegó la primera vez el Rayo Vallecano en una doble acción que desbarataba José Ángel y la primera ocasión sería para Isaac, pero Óscar Valentín interceptó su disparo cruzado (2’). A partir de ahí el Rayo dominaría casi siempre, entre otras cosas porque el Sevilla le regaló el balón, pero tampoco sería con mucho peligro, salvo en un remate flojo de Álvaro García (39’) y en una pelota salvada por Marcao con la espalda (46’+) en un disparo con todo a favor de Óscar Valentín.
Al intermedio se llegó, por tanto, con el cero a cero inicial y en el arranque del segundo periodo llegaría el sufrimiento principalísimo para el Sevilla. El Rayo Vallecano salió con la consigna de meterle una marcha más a su juego y los despejes de los visitantes iban siempre dirigidos hacia la nada, con lo que la situación llegaría a ser agobiante, con multitud de saques de esquina y remates. Ahí llegó la chilena de Alemao (48’) y el doble disparo de Ratiu y Pathé Ciss (49’).
Vlachodimos sería decisivo en las dos situaciones con sus intervenciones y la cosa se iría calmando con el paso de los minutos. No es que el Sevilla comenzara a jugar mucho mejor, pero con los cambios sí se fue sintiendo algo más protegido y sabría esperar a que le llegara la opción de adelantarse. La protagonizaron Akor Adams, Alexis Sánchez, José Ángel y de nuevo Akor Adams en el remate franco tras el magnífico centro del lateral derecho (87').
El Sevilla supo aguantar después y agarra tres puntos de un valor incalculable, porque permiten incrementar la confianza en el trabajo Almeyda. Es más, manda al limbo el recuerdo del punto perdido contra el Villarreal en la recta final, pues es mucho más productivo, por ejemplo, un triunfo que dos empates. El caso es que en Vallecas el único que metió el balón entre los tres palos fue el cuadro sevillista y los tres puntos ya figuran en su casillero en la clasificación. Fútbol, no traten nunca de explicarlo como si fuera una ciencia exacta, porque no lo es.
Ficha técnica
0 AD Rayo Vallecano: Batalla; Ratiu, Lejeune, Pathé Ciss, Chavarría; Pedro Díaz (Unai López, 66'), Óscar Valentín (Becerra, 92'); De Frutos (Fran Pérez, 66'), Isi (Trejo, 78'), Álvaro García; y Alemao (Camello, 78').
1 Sevilla FC: Vlachodimos; Azpilicueta, Cardoso (Ramón Martínez, 77'), Marcao; José Ángel, Agoumé (Sow, 77'), Mendy, Suazo; Alexis Sánchez (Peque, 93'), Vargas (Januzaj, 69'); e Isaac (Akor Adams, 69').
Gol: 0-1 (87') Akor Adams golpea con fuerza con el interior de su pie derecho un magnífico pase de José Ángel y entra en la portería tras golpear el balón en el travesaño por abajo.
Árbitro: Gil Manzano (extremeño). Amonestó a Lejeune (34'), Trejo (82'), Camello (92'); José Ángel (48') y Peque (95'). Expulsó a Camello (96').
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 7 de LaLiga EA Sports, disputado en el Estadio de Vallecas ante unos 13.000 espectadores.
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