El silencio, un aliado para Matías Almeyda
El entrenador argentino, que no comparece ante medios externos al club desde su presentación, guarda información valiosa sobre la planificación; Nada se sabe sobre su opinión sobre los descartes, los refuerzos o las gestiones del club para fichar
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No suelta prenda porque no habla. Es la ventaja del nuevo fútbol, en el que las pretemporadas no tienen nada que ver con las de antes en las que el periodismo convivía con los equipos en verano.
Matías Almeyda guarda todas sus cartas y su única manera de hablar es en las convocatorias y alineaciones de los amistosos. Pero todo ello sin confirmar nada. En el último amistoso del Sevilla ante el Sunderlamd, segundo de la pretemporada, el entrenador argentino envió algunos mensajes claros al no permitir que se vistieran de corto jugadores como Álvaro Fernández, Rafa Mir o Januzaj. También hizo lo propio con Juanlu ante su inminente traspaso al Nápoles, amén de lesionados, en teoría, como Iheanacho y suficientemente demostrados como Joan Jordán y Nianzou.
Almeyda hasta ahora, al margen de en su presentación, no ha hecho más que pequeñas comparecencias de prensa tras los partidos amistosos y sólo a medios oficiales del club limitándose a contestar a preguntas sin profundidad sobre los propios ensayos de pretemporada y poco más. Ni hay valoraciones sobre la plantilla actual disponible, ni sobre los descartes, ni sobre las posibles ventas como las de Juanlu al Nápoles ni sobre el trabajo y las directrices de la dirección deportiva.
Evidentemente, la falta de alguien que se pronuncie sobre estos temas da pie a todo tipo de especulaciones, algunas más fundadas que otras, mientras al entrenador le permite entrenar sin demasiadas interferencias desde el exterior.
Ni se sabe por boca del técnico qué puestos quiere reforzar ni si está más o menos contento con el trabajo realizado hasta ahora.
Además, no se atisba que el nuevo inquilino del banquillo se vaya a poner delante de los micrófonos contestando preguntas de los periodistas independientes (ajenos al yugo interno del club) hasta que se acerque el inicio de la competición liguera. Será evidente que tenga que comparecer en la previa del estreno liguero a mediados de agosto y, como una concesión, es probable que responda a preguntas tras el trofeo Antonio Puerta, el día 4, tras el duelo ante el Al Quadsah saudí.
El sevillismo está esperando noticias y nadie del club comparece desde la presentación de Suazo la semana pasada, en la que un ejecutivo con experiencia al capote como Antonio Cordón, director de fútbol profesional, dio pocas explicaciones, las justas y sin meterse en muchos líos. Respeto a los jugadores que no cuentan, por ejemplo (no como hace un año) y pocos datos que ofrecer que no se supieran en el mercado.
Y es que en el fútbol actual, en el que todo es un negocio, guardarse toda la información posible es un bien muy preciado. Las decisiones a tomar se irán sabiendo a su debido tiempo, siempre tratando de sortear las filtraciones.
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