Sevilla FC

Con la tostada en la mano

  • El Sevilla parecía dormido en buena parte del encuentro y el Levante estuvo a punto de aprovecharlo.

El partido de hoy iba a ser, a priori, una fiesta. Partido a las 12 de la mañana, buena temperatura, campo prácticamente lleno y lo más importante, gol en el segundo 52 de partido. Todo apuntaba a que podía ser una mañana de las de 4-0. De goleada y fiesta. Pero no fue así.

Fue marcar el gol y bajar las revoluciones del partido. Jugaban andando y con pases en largo para que Gameiro luchase contra los centrales. El centro del campo estaba muy flojo. Cristóforo no era el jugador de otros días. N´Zonzi tampoco estaba muy bien y Krohn-Dehli tampoco estaba muy allá. El único que estaba, y suele estar en estos tipos de partidos es Reyes. El utrerano está viviendo una segunda juventud. Dribla, regatea y pasa el esférico con sentido. Igualito que el ucraniano…

En la primera parte la gente ya se dio cuenta que el partido no iba a ser tan fácil como parecía. Mariano en los primeros 45 minutos estuvo impresionante rebañando el balón en varias ocasiones y consiguiendo que el Levante no empatase el encuentro. Se escuchaban los primeros pitos. Muy tímidos pero pitos al fin y al cabo.

La segunda parte fue un calco de la primera: gol en el primer minuto y mandanga el resto. Pero la diferencia con la primera fue que Rico cantó en un tiro de Rossi y consiguió que el Levante se metiese en el partido.

Lo cierto es que hubo momentos en los que el empate del Levante podía llegar y el público empezó a pitar para despertar a su equipo que seguía en la hora del desayuno.

En una de esas genialidades de Konoplyanka, que es lo que se le pide a este jugador, llegó el tercero. Un auténtico golazo. Exactamente lo mismo que hacía en el D´nipro y que aquí no había hecho hasta hoy. Pero ya está. No hizo nada más. También salió Llorente y Kakuta que no aportaron nada al juego.

El Sevilla ha jugado a medio gas y sin Banega pensando en las semifinales de Copa de esta semana y ha conseguido su décima victoria consecutiva en casa. El desayuno casi se les atraganta a los sevillistas, esperemos que la copa no les dé dolor de cabeza.

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