A raíz de los últimos acontecimientos en relación a la invasión de Ucrania por parte de Rusia muchas han sido las personas que se han interesado por la vida profesional y el pasado en el KGB de Vladímir Putin. Sobre el actual presidente de los rusos, se han sacado prácticamente todo tipo de informaciones, desde sus inicios en el Gobierno hasta perfiles sicológicos evaluados por expertos para saber todo lo posible sobre la personalidad y mentalidad de un líder que ha puesto en jaque al mundo. 

Su semblante frío e inmutable ha llamado a la curiosidad de todos, que buscan saber qué hay detrás de la persona que ha ignorado las advertencias de Europa y Estados Unidos y se ha lanzado al ataque de un país vecino. El hermetismo en torno a su figura, hace que todavía el interés de las personas aumente más, lo que ha llevado, no solo a querer saber todos los aspectos posibles sobre su manera de ser o sus logros o derrotas profesionales, sino que también ha suscitado el interés sobre su vida privada. 

El halo de misterio que rodea la vida privada de Vladímir Putin

Si sabemos escasos detalles certeros sobre la carrera pasada y presente del líder político, mucho menos se sabe de los detalles que alberga su vida privada. Estuvo 30 años casado con Liudmila Pútina, quien fue Primera Dama de Rusia, entre 1983 y 2014. 

Fruto de su matrimonio con Ludmila nacieron sus dos únicas hijas reconocidas de manera oficial: Yekaterina y María. Ambas han cambiado sus apellidos por motivos de seguridad aunque la prensa asegura saber de manera fidedigna que su primogénita, María, es una conocida médica endocrina. Y actualmente vive en un rascacielos de Moscú y está casada con el empresario holandés Jorrit Faassen, con quien tiene dos hijos, uno nacido en 2002 y otro en 2017.

Su segunda hija, Yekaterina, habría tomado el apellido de su abuela y nació en Alemania en 1986. De ella se sabe poco, pero se cree que es una investigadora de inteligencia artificial. De acuerdo al Daily Mail, tiene un doctorado de la Universidad Estatal de Moscú, por sus estudios sobre los cosmonautas y pilotos en momentos difíciles. Estuvo casada durante cinco años con el multimillonario ruso Kirill Shamalov.

Pero además de sus dos hijas, y a pesar de que no existe una confirmación oficial por parte del Kremlin, fuentes cercanas al polémico dirigente aseguran que este tiene hasta cuatro hijos más. Uno sería fruto de una relación extramatrimonial de Putin con una trabajadora del hogar (en aquel entonces), Svetlana Gushterova quien, de la noche a la mañana, se hizo con una fortuna.

Pero el mayor enigma dentro de la historia personal de Vladímir es su historia de amor con la campeona olímpica Alina Kabaeva, de la que tampoco existe confirmación oficial pero que se da por hecho en toda Rusia. A raíz de esta relación, Putin habría sido padre de tres hijos, dos de ellos gemelos. 

Quién es Alina Kabaeva, la 'Primera Dama de Rusia' en secreto

La historia del estrellato de Kabaeva comenzó cuando se inició en el mundo de la gimnasia rítmica en Taskent, Uzbekistán, en 1987 a la edad de 4 años. Su primera entrenadora fue A. Malkina. Su padre era un profesional del fútbol.

Siendo aún muy joven, Alina se trasladó a Rusia, donde su madre la llevó a la entrenadora Irina Víner, quien quedó eclipsada con las cualidades deportivas de Kabaeva desde un primer momento. "No podía creerme lo que veían mis ojos, cuando la vi por primera vez. La chica tenía una rara combinación de dos cualidades cruciales en la gimnasia rítmica: flexibilidad y agilidad", declararía la entrenadora posteriormente.

En 1998, a los 15 años, tuvo una gran victoria en los Campeonatos de Europa, en Portugal, siendo la más joven de un equipo con reputadas estrellas como Amina Zaripova. En el 1999 fue campeona europea por segundo año consecutivo, y obtuvo el título mundial en Japón. Esto solo sería el inicio del brillante palmarés de Alina. 

En los Goodwill Games de 2001, ganó el oro en pelota, mazas y cuerda, y la plata en el concurso individual y aro. Pero Alina y su compañera de equipo, Irina Cháshchina dieron positivo en un diurético vetado, la furosemida y les quitaron las medallas. Irina Víner, entrenadora del equipo ruso, dijo que todas sus gimnastas habían estado tomando un suplemento dietético llamado 'Hyper' que contenía diurético.

Según Vímer, las gimnastas lo tomaban para el síndrome premenstrual. Cuando se quedaron sin él poco antes de los Juegos de Buena Voluntad, el fisioterapeuta del equipo lo compró en una farmacia. Por palabras de la técnica rusa, el suplemento que les vendieron era falso y contenía furosemida. Tras esto, la ucraniana Tamara Yerofeeva fue declarada campeona de 2001.

En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 ganó el oro, y la medalla de plata fue para su compañera de equipo Irina Cháshchina. En octubre de 2004 Alina anunció su retirada del deporte. Sin embargo, Alina regresó en una competición amistosa entre Italia y Rusia disputada en Génova, el 10 de septiembre de 2005. En 2006, Alina obtuvo el primer puesto en el Gazprom Moscow Grand Prix.

Separación de Putin y rumores sobre un romance con Kabaeva

En 2008, la prensa rusa se hizo eco del romance extramatrimonial que el presidente mantenía con Alina Kabaeva. El Kremlin, como era previsible, negó rotundamente estas informaciones. El periódico que sacó a la luz el romance, también aseguró que la pareja podría haber tenido un hijo en común, lo que provocó que fuese censurado y, poco tiempo después, que tuviera que echar el cierre alegando problemas económicos.

Desde ese mismo momento, la relación entre el dirigente y la exgimnasta se convirtió en un secreto a voces para todo el país. Pero en 2018, año en el que se vio públicamente por última vez a Kabaeva, 'The Sun' publicaba un artículo advirtiendo de la desaparición de la olímpica, y dando voz a los rumores que afirmaban que se había producido un segundo embarazo, en esta ocasión, de gemelos. 

Nada se sabe, de manera oficial, del paradero de Kabaeva y sus presuntos hijos, aunque muchos medios se han hecho eco de que unas informaciones que aseguran que la familia del presidente ruso se encuentran en un búnker en Siberia, protegidos, entre otras cuestiones, de las posibles represalias por la actual guerra en Ucrania originada por Putin.