Ayuda para a prevenir los catarros
El otoño y los primeros meses del año son las épocas de mayor incidencia de resfriados en la población La higiene y la correcta alimentación son las dos armas claves para prevenirlos
A pesar de que el otoño es la época del año en que estamos más expuestos a los resfriados, los primeros meses del año, coincidiendo con la llegada del invierno, son otra de las épocas con mayor incidencia de esta patología. El resfriado es uno de los trastornos que más inciden en la especie humana y una de las mayores causas de absentismo laboral y escolar, aunque su frecuencia real es muy difícil de establecer ya que, como suele ser leve, muchas personas se autodiagnostican y se automedican sin pasar por la consulta del médico. El resfriado es una infección vírica que afecta a las vías respiratorias altas cuyos síntomas son difíciles de paliar y normalmente lo único que podemos hacer es aliviarlos con mejor o peor suerte.
Lo que sí podemos hacer es tratar de prevenir el contagio. En primer lugar, la higiene actúa de barrera frente a los virus al crear un ambiente más limpio, lo que dificulta su supervivencia y reproducción. Por ello, es importante que durante los meses de mayor incidencia tratemos de evitar los ambientes cerrados, sobre todo si hay mucha gente, que evitemos también el contacto (activo y pasivo) con el tabaco, que tratemos de utilizar pañuelos de papel y que nos tapemos la nariz y la boca al toser y estornudar. Además, es importante que nos lavemos regularmente las manos y que no compartamos la toalla.
En segundo lugar, una buena nutrición nos prepara contra las enfermedades infecciosas, por ello los expertos recomiendan llevar siempre una dieta variada y equilibrada, no sólo cuando se está enfermo. Es importante que en invierno nuestra dieta incluya fruta, frutos secos, verdura, legumbres, cereales, pescado, huevos y lácteos y aceite de oliva. Además, podemos complementar estos alimentos con carnes de pollo o pavo y excepcionalmente con carnes rojas. Las bondades de una dieta equilibrada y rica en vitaminas están más que demostradas, con todo, nuestro ritmo de vida actual a veces nos impide mantener una alimentación sana. Es en este caso cuando los complementos vitamínicos nos pueden ayudar a mantener altos nuestros niveles de vitaminas y otros micronutrientes que refuercen nuestro sistema inmunitario y nos protejan de los resfriados.
Este tipo de complementos deben ser ricos en Vitamina C y Zinc, que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario y a la protección de las células frente al daño oxidativo. Además, pueden incluir Equinacea que ayuda a reforzar el sistema inmunológico de forma natural y, finalmente pueden contener Própoli, una sustancia que producen las abejas para defender la colmena de las agresiones externas y de los gérmenes y que nos puede proteger de los patógenos externos.
En conclusión, ya que una vez contagiados no nos podremos librar fácilmente del resfriado, lo mejor es que actuemos de forma preventiva.
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