Daniel Auster: una vida marcada por la tragedia

El pasado viernes Daniel Auster fue detenido en Nueva York acusado de homicidio involuntario por la muerte de su hija Ruby, de diez meses. Habían pasado ya más de cinco meses desde que el hijo de Paul Auster, uno de los mayores novelistas del panorama literario contemporáneo, autor de obras como El Palacio de la Luna, Leviatán o Vértigo, y premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006, había llamado desesperado a la Policía del condado de Brooklyn, en Nueva York, porque la pequeña parecía enferma y él no podía reanimarla.

Los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida y ahora la autopsia acaba de revelar que la llamada de Auster encerraba algún episodio turbio que ocultó a las autoridades. La niña falleció por una sobredosis de heroína y fentanilo, en lo que supone un capítulo más en la cronología de la vida de Daniel Auster, una vida marcada por la tragedia.

Una infancia normal sin alardes ni excentricidades

Daniel Auster cumple este año 45 años (1977). Es el único hijo que el escritor tuvo con la también escritora Lydia Davis, con quien se casó en 1974 tras haber vivido un larguísimo noviazgo en Francia. La infancia de Daniel fue la de un chico normal que no presumía de tener padres famosos. Incluso su divorcio pareció no afectarle. Sin embargo, algo se torció al alcanzar la mayoría de edad.

Primer episodio fatídico en la vida de Daniel Auster

Con 18 años empezó a coquetear con las drogas y tener altercados con la policía. Fue testigo involuntario de un asesinato en uno de los clubs nocturnos de Nueva York que solía frecuentar. El promotor de discotecas Michael Alig asesinó al traficante Andrés Meléndez y a cambio de su silencio dio 3.000 dólares a Auster, según informó The New Yorker. Cuando salió el juicio dos años más tarde, en 1998, Paul Auster se declaró culpable por tenencia de propiedad robada y durante cinco años estuvo bajo libertad condicional.

Nula relación con su padre, Paul Auster

A partir de ahí sus problemas con la ley han sido constantes. Posesión ilegal de drogas, hurto menor y posesión de propiedad robada. Ironías de la vida, cuando su padre escribió el guion de 'Smoke' (1995), que protagonizaron William Hurt y Harvey Keitel, Daniel tuvo un pequeño papel como ladronzuelo de libros.

La relación entre Paul y Daniel es prácticamente inexistente debido al pasado delictivo de Daniel. Aún así sí se intuye que ha estado presente en sus obras. Como en La noche del oráculo, publicada en 2003, en la que el narrador es un escritor cuyo hijo es un drogadicto.

El fallecimiento de su hija por intoxicación aguda ha sido la puntilla a una vida marcada por la tragedia y el infierno de las drogas, que no han terminado con su vida (de momento), pero sí con la de su pequeña hija.