Especialistas desaconsejan el uso de lentillas para días de piscina

Redacción

verano, 27 de junio 2015 - 01:00

"En verano, el contacto de los ojos con el sol y el agua es mucho mayor que el resto del año, una exposición que puede implicar importantes riesgos para nuestra salud ocular derivados tanto de aspectos a priori tan inofensivos como los productos que se utilizan para desinfectar el agua de las piscinas, como de otros más serios como son los agentes infecciosos que puede haber en las propias aguas". Así lo afirma el doctor Jesús Merayo, profesor de la Universidad de Oviedo e investigador del Instituto Universitario Fernández-Vega, quien también llama la atención sobre las aglomeraciones de personas como posibles focos de contagio y destaca la especial vulnerabilidad de los usuarios de lentes de contacto.

El contacto con productos químicos que se utilizan para desinfectar el agua, por ejemplo, de las piscinas puede provocar conjuntivitis irritativas u otras infecciones fácilmente tratables. Sin embargo, es importante tener en cuenta que toda el agua que no sea de mar, es decir, el agua dulce (estanques, lagos, ríos, piscinas...), suele contener bacterias y parásitos.

"Uno de estos parásitos que puede estar presente incluso en el agua del grifo son las amebas. Si éstas llegan y colonizan, por ejemplo, la córnea, pueden producir queratitis amébica", explica el doctor.

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