Guía básica: cómo volver a viajar con seguridad tras el fin del estado de alarma
Viajes
Con la apertura interprovincial en Andalucía y el fin del estado de alarma el 9 de mayo resurge el interés por viajar
Con estas recomendaciones y precauciones podremos hacerlo más tranquilos
Hace más de un año que olvidamos qué es eso de viajar con normalidad porque, desde marzo de 2020, se suceden las restricciones, normas y prohibiciones por la pandemia. La última gran apertura, con excepciones, se produjo las pasadas navidades (después padecimos la terrible tercera ola del coronavirus) y en esas fechas plataformas como BlaBlaCar detectaron un incremento del 20% en la intención de búsqueda de viajes entre los usuarios, especialmente entre pequeñas localidades.
Este fin de semana se ha reabierto la movilidad interprovincial en Andalucía y el próximo 9 de mayo, con el fin (en principio) del actual estado de alarma, se prevé que las restricciones caigan en toda España y que los ciudadanos puedan desplazarse libremente por el país.
Pero eso no significa que debamos olvidar las precauciones, porque el virus sigue ahí y la vacunación generalizada aún queda lejos. Pese a ello, ¿es posible viajar con seguridad? Es complicado, pero no imposible, solamente hay que seguir una serie de recomendaciones como las que ha elaborado BlaBlacar: una guía básica de todo lo imprescindible que se debe tener en cuenta si se planea organizar un viaje una vez finalice el estado de alarma.
Conocer previamente las normas de seguridad de cada forma de viajar
Una vez se ha concretado el destino, es momento de decidir el medio de transporte y, en tiempos de pandemia, es recomendable conocer a la perfección las medidas de seguridad adecuadas en cada alternativa.
Por ejemplo, si se opta por viajar en coche compartido, es aconsejable hablar previamente con el conductor para cerciorarse de las medidas de seguridad que va llevar a cabo como la ventilación o desinfección del vehículo y, así, reducir la incertidumbre.
En el caso de que se viaje en medios como avión, tren o autobús, es necesario acatar las normas básicas de seguridad y aquellas que establezca la compañía de transportes con la que se vaya a viajar. En todos estos medios, el uso de la mascarilla es obligatorio y también se recomienda evitar comer o beber durante el trayecto, así como ocupar la plaza asignada a cada billete.
Según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Southampton, el mayor nivel de contagio lo sufren aquellos que viajan en asientos directamente adyacentes a la persona enferma, con un 3,5% de posibilidades de contraer el virus. Por el contrario, si se encuentran en la misma fila, la cifra desciende al 1,5%, por lo que es importante respetar dicha asignación.
Preparar una maleta segura con todo lo indispensable
A la hora de planificar el viaje, el equipaje es un punto clave. Además, ahora la lista de cosas indispensables se ha ampliado con objetos como mascarillas, gel hidroalcohólico o un termómetro.
Debemos llevar un número adecuado de mascarillas acorde con el tiempo de la estancia (es decir, suficientes para cambiarlas en la duración de uso recomendado o por si se pierden o rompen).
En cuanto a las manos, lo más recomendable es lavarlas con agua y jabón cuando sea posible, pero una alternativa válida es llevar encima un bote de gel hidroalcohólico. Según el Consejo General de Enfermería, el porcentaje de alcohol en su composición debe oscilar entre el 70% y el 90%.
También es recomendable llevar en la maleta un termómetro para mantener un control de la temperatura si fuera necesario, ya que es uno de los síntomas más frecuentes de la Covid-19.
Informarse de las restricciones establecidas en cada territorio
Aunque con el fin del estado de alarma se levantarán algunas de las medidas restrictivas en cuanto a movilidad, es importante conocer si algunas comunidades o destinos cuentan con medidas vigentes en ese momento. Aspectos como la movilidad entre municipios, el toque de queda, la necesidad de presentar una prueba PCR o de antígenos negativa, o las reuniones y viajes entre no convivientes son aspectos a tener en cuenta para planear el viaje.
Además, si se plantea comer fuera durante la estancia, también es necesario conocer los horarios de la restauración. Para obtener la información adecuada y actualizada, es importante recurrir siempre a fuentes oficiales como, por ejemplo, la web del Ministerio de Sanidad.
Ayudarse de la tecnología para reducir contagios
La tecnología puede ser una gran aliada a la hora de protegerse de un contagio, especialmente durante los viajes. Las compañías de viajes recomiendan utilizar apps móviles para llevar los billetes de forma electrónica en lugar de impresos.
Por otro lado, existen aplicaciones que ayudan a mantenerse informado con respecto a la situación de la pandemia. Por ejemplo, Google Maps ha añadido una capa Covid que muestra información relacionada con la incidencia del virus en diferentes zonas. Estas funciones permiten estar al tanto de aspectos como brotes específicos en determinadas áreas geográficas o la afluencia del transporte público en tiempo real.
Conocer todas las características de la reserva
La crisis sanitaria ha demostrado que todo puede cambiar de un día para otro. Ante estos tiempos de incertidumbre, es recomendable tener muy claro cuáles son las condiciones de la reserva del viaje y su política de cancelación, tanto de los medios de transporte como del alojamiento. Disponer de toda la información previamente permitirá que, en caso de cancelación, se tengan en cuenta los procedimientos a seguir para solventar los inconvenientes causados.
Según el Ministerio de Consumo (PDF), en el caso de las aerolíneas, los pasajeros que se hayan visto afectados por las cancelaciones de vuelos por parte de las compañías aéreas tienen derecho a información, asistencia y reembolso o transporte alternativo. Si se cancela un traslado en autobús, la compañía deberá devolver el importe del billete sin penalización adicional. Asimismo, en el caso de que hoteles y alojamientos turísticos cierren por la situación sanitaria, deberán devolver el importe al consumidor al no poder disfrutar de la estancia.
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