Causa criminal

Esther López no quería ir de fiesta, quería volver a casa

Cartel de la desaparición de  Esther López

Cartel de la desaparición de Esther López

Faltaban dos minutos para la una de la mañana del fatídico 13 de enero, cuando Esther enviaba un mensaje de WhatsApp a su amigo 'Carolo' mostrando su intención de irse a casa. «Ni idea, tío, ahora mismo ni idea... Ni idea, y yo me voy a ir para casa y ya cada uno en su casa... Entonces ni idea, es que ni idea». Pero el intercambio de mensajes no arroja más información sobre qué llevó a la joven a irse de fiesta con ellos, en lugar de marcharse a su casa, como era su intención.

Así, poco después de ese mensaje enviado por la malograda vecina de Traspinedo, fueron a compartir la que iba a ser su última noche sin ella saberlo. Sin nadie saberlo. Y Carolo y Óscar S. iban a ser testigos de ella. En concreto, este último se ha convertido en el principal investigado justamente por ser la última persona que la vio con vida. Fue sobre las dos y media del mencionado día cuando los testigos vieron juntos a los tres en el bar El Castillo, en pleno casco urbano de Traspinedo.

Es Carolo quien inicia la conversación a través de la aplicación de mensajería instantánea con Esther, quien sabía, por los audios enviados a su amigo, que estaban tomando unas copas en el pueblo. «Eii. Buenas. Noches. Estás despierta», le escribe Carolo a las 00:44 horas. «Oye, amigo, ¿qué?, que estás ahí con 'miniyó', liados a las tragaperras, ¿a que sí? Como siempre. Bueno, nosotros estamos aquí donde Luisón... Nos vamos a ir para casa todos, porque tenemos que hacer... ¿Qué vais a hacer? No la lieis, no la lieis más, ni la lieis menos. ¿Qué hacéis, a ver? ¿Qué?», responde ella, a las 00:57, en un audio al que ha tenido acceso El Norte de Castilla.

Quería regresar a casa

Un minuto después, Esther envía un nuevo mensaje reflejando su intención de irse a casa nuevamente. «Ni idea, tío, ahora mismo ni idea, y yo me voy a ir para casa y ya cada uno en su casa... Entonces ni idea, es que ni idea», repite. Y lo hace en respuesta a una pregunta previa de 'Carolo' sobre si sabía de alguien a quien comprar un 'pollo' de cocaína –un gramo, en el argot de la droga–, según entienden los investigadores de la Guardia Civil.

Esas pretensiones de regresar a casa, que Esther transmitió a 'Carolo' antes de compartir unas copas con él y Óscar S., coinciden con la versión que el primero defendió en su comparecencia ante la Benemérita. Sin embargo, dista de la ofrecida por el segundo, quien, desde el primer momento, contó el mismo relato de los hechos, tanto ante los investigadores de Homicidios de la Unidad Central Operativa (UCO), como ante la jueza y su abogado. Según este, en su coche, entre las dos y media y las tres de la madrugada, viajaban él, Esther y 'Carolo'. Al parecer, este último fue el primero en bajarse.

Por su parte, Esther, siempre en palabras de Óscar, insistió en ir a Valladolid para continuar la fiesta, idea a la que él se negó. Por lo que la joven se bajó del coche y se dirigió hacia la casa de 'Carolo', cerca del restaurante La Maña. Justo ahí se perdió el rastro. «Fue el último momento que la vi», explicó ante la Benemérita.

Actitud extraña

Pero 'Carolo', camarero de profesión, ha puesto en duda que a esa hora la joven quisiera continuar la fiesta en la capital vallisoletana. De hecho, niega que en el coche lo sugiriera siquiera. Considera, además, que si la joven se hubiera bajado del coche «de manera voluntaria» en el cruce de El Romeral, a apenas 1.000 metros de su casa, habría ido caminando hasta allí.

'Carolo' confesó que la actitud de Óscar tras la desaparición de Esther siempre le pareció extraña, al menos no normal, «por la falta de interés e iniciativa en su búsqueda».

«Buenos días... Q tal acabaste». Fue el mensaje que 'Carolo' envió al día siguiente, a eso de la una y media del mediodía, y del que no obtuvo respuesta. Ni a ese ni a los cuatro siguientes que ante la falta de noticias suyas insistió: «Me a dicho oscar q te dejo en el romeral», «Estas bien», «Como no fuiste a mi casa y te había llevado a casa» y «Espero q estes bien».

Pero Esther no pudo responder a esos mensajes. Y ya, nunca lo hará.

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