Causa criminal

Todas las claves del crimen del sacerdote de Valencia que ha aparecido desnudo y con marcas en el cuello

Agentes de la Policía Nacional salen del edificio donde investigan las circunstancias de la muerte del canónigo

Agentes de la Policía Nacional salen del edificio donde investigan las circunstancias de la muerte del canónigo / Biel Aliño (EFE)

Agentes del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Valencia investigan la muerte de un sacerdote en su piso de la calle Avellanas número 22, muy cerca del edificio que alberga el Arzobispado, cuyo cuerpo sin vida y con señales de una posible asfixia ha sido encontrado a media mañana de este martes. En el momento del hallazgo el hombre estaba desnudo, con unas marcas rojas alrededor del cuello y con la calefacción puesta. Los hechos habrían tenido lugar, previsiblemente, la noche del domingo, 21 de enero, al lunes, día 22. 

El fallecido es Alfonso López Benito, de 77 años de edad, uno de los canónigos de la Catedral de València, cargo para el que fue designado en 2015 por el entonces arzobispo, el cardenal Antonio Cañizares.

El cuerpo sin vida ha sido localizado gracias a una llamada del portero del edificio, quien ha accedido a la vivienda con su llave, en compañía de un conocido del cura que le ha pedido ayuda porque la víctima llevaba días sin responder a sus llamadas. Al entrar, han encontrado el cuerpo sin vida del sacerdote sobre su cama y con señales compatibles de haber muerto como consecuencia de una asfixia, cuyo origen aún está por determinar. Fueron otros conocidos quienes se extrañaron de la ausencia del párroco en una procesión a la que siempre asistía. 

Un mensaje sospechoso

Los primeros indicios apuntan a que se trata de alguien que conocía las rutinas de este párroco ya que, tras cometer el crimen, envió un mensaje desde su teléfono, haciéndose pasar por él, al portero del edificio. El autor del crimen sabría, presuntamente, que éste era una persona de confianza del arzobispo. En el mensaje decía que estaría fuera durante una semana. 

El cuerpo fue inspeccionado por la forense de guardia y tras su levantamiento fue trasladado al Instituto de Medicina Legal (IML) de València para realizarle la autopsia a lo largo del día de hoy, 24 de enero. 

Además, agentes de la Policía Científica están inspeccionando la vivienda, en busca de huellas u otros vestigios de una segunda persona posiblemente implicada en la muerte de Alfonso López, natural de València, donde ha desempeñado buena parte de su labor sacerdotal.

Jóvenes en riesgo de exclusión

Los investigadores tienen claro que quien ha matado al sacerdote disponía de llave o accedió a la vivienda con el consentimiento de su víctima, ya que la puerta no estaba forzada ni cerrada con llave.

En estos momentos se mantienen todas las hipótesis abiertas pero las investigaciones están centradas en las personas que solían frecuentar la casa de la víctima: jóvenes en riesgo de exclusión social que vivían en condiciones muy precarias. Algunos de ellos tienen antecedentes penales y es por este motivo por el que la investigación ha empezado poniendo el foco en estas personas. 

Una de las teorías que se barajan es que el autor del homicidio actuara, entre otras cosas, por un móvil económico, es decir, que el canónigo emérito haya muerto víctima de un robo, aunque el piso no estaba revuelto y no parece que falte ningún objeto de valor. 

Por su parte, el Arzobispado de Valencia ha emitido un comunicado en el que se limita a decir que "ha tenido conocimiento del fallecimiento de Alfonso López Benito, canónigo emérito de la Catedral de Valencia, a través de la Policía Nacional y los medios de comunicación" y que "lamentamos este triste fallecimiento y estamos a disposición de las autoridades por si la colaboración del Arzobispado pudiera servir para el esclarecimiento de los hechos".

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