La Guardia Civil ha detenido a dos hombres tras haber encontrado, a primera hora del martes, 14 de marzo, unos restos óseos humanos en el pozo de una finca de Valdepeñas. Estos restos podrían pertenecer a Juan Miguel Isla, de 58 años, desaparecido el pasado 22 de julio en la localidad de Manzanares, en la provincia de Ciudad Real.

Según ha informado el Instituto Armado, las dos personas detenidas son dos varones afincados en la provincia de Ciudad Real. Uno de ellos sería el dueño de la parcela en la que se han hallado los restos y el otro el sospechoso de su desaparición, al que ya tenían vigilado porque fue la última persona que estuvo con él antes de desaparecer.

Ese día Juan Miguel se había citado con esta persona para ir a cobrar un metálico una elevada cantidad de dinero por la venta de unas tierras que pertenecían a su familia.

La búsqueda en ese pozo comenzó la mañana del 14 de marzo, tras ser autorizada por el Juzgado de Instrucción Número 2 de Manzanares, la localidad en cuyo mercado fue visto por última vez Isla y donde supuestamente quedó con el comprador para la venta de la finca.

Esta persona también había sido investigada por su presunta relación con una desaparición anterior, en la misma localidad y en circunstancias parecidas a la de Isla, por eso los investigadores lo tenían en el punto de mira.

La búsqueda

Tras varias horas de búsqueda en la que han participado varios operativos de la Guardia Civil, de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Comandancia de Ciudad Real, los agentes han podido encontrar unos huesos que podrían pertenecer a Juan Miguel Isla.

Por el momento los restos no se han identificado, aunque los agentes les han transmitido a los familiares del desaparecido que el resultado se conocerá pronto, por lo que es posible que en unas horas trascienda esta información.

La desaparición

El 22 de julio de 2022, Juan Miguel Isla, de 58 años, casado y con hijos, se trasladó desde la playa de San Juan, en Alicante, al mismo municipio de Ciudad Real para vender una finca que tenía en propiedad. Por ella iba a cobrar 50.000 euros, también en metálico..

Tres años antes, el 19 de julio de 2019 desaparecía Jesús María González en el municipio de Manzanares, en Ciudad Real. Tenía 55 años y era empresario de máquinas tragaperras en Vitoria.

Se había desplazado hasta Manzanares porque había vendido dos coches de alta gama por valor de 28.000 euros en total, 14.000 cada uno. Para hacer la operación se había ayudado del servicio del mismo intermediario que trabajaba en la compraventa de casas, fincas y coches. Al igual que a Juan Miguel, a Jesús María también se lo tragó la tierra.

La investigación, que parecía haberse estancado después de que se denunciara, saltó a los medios de comunicación después de que los agentes pidieran la colaboración ciudadana para hallar el coche del último desaparecido, de Juan Miguel.

En solo unos días los investigadores habían dado con el vehículo, abandonado en un descampado en Albacete. Esta pista es la que posiblemente los llevó hasta la finca en la posteriormente han encontrado los restos.