La Guardia Civil está revisando las cámaras de seguridad de la zona cercana a la casa del asesino confeso (Dilawar Hussain) y al cuartel de la Benemérita después de que un testigo haya asegurado que vio a Dilawar junto a otra persona que portaba una bolsa de papel de la que se deshicieron en extrañas circunstancias.

Los investigadores creen que en el interior de esa bolsa podría estar el arma del crimen. Por este motivo están revisando las cámaras para saber cuándo se tiró y a qué contenedor para tratar de buscarla, posteriormente, en la planta de residuos a la que debería haber llegado. 

Además también están revisando las antenas de telefonía de la zona para comprobar si se conectó algún teléfono que pertenezca a la persona de la que están sospechando que podría haber colaborado con Dilawar.

De hecho los agentes están paralelamente preguntando a los vecinos y vecinas de la localidad madrileña de Arganda del Rey si conocen a esta otra persona de la que sospechan, aunque por el momento a nadie le suena haberlo visto. Una vez comprueben esto sería posible cotejar si ese mismo teléfono se conectó, a mediados de diciembre, a una antena de Morata de Tajuña, lo que podría indicar que colaboró con Hussain. 

Por el momento los investigadores creen que Dilawar no actuó solo y que alguien lo ayudó a trasladarse hasta Morata de Tajuña el día que cometió el crimen y deshacerse del arma del crimen. De ser así, estarían hablando de una posible colaboración en el crimen de los tres hermanos de Morata de Tajuña.

No quiere hablar

Desde que Dilawar Hussain confesó ser el autor de las muertes de los tres hermanos de Morata de Tajuña no ha vuelto a hablar y se niega a colaborar incluso en presencia de su abogada. Por este motivo los investigadores no han podido hacer la reconstrucción del crimen.

Los hechos tuvieron lugar, previsiblemente, a mediados de diciembre pero no ha sido hasta hace unos días cuando la Guardia Civil consiguió acceder a la vivienda de las víctimas para comprobar que los tres hermanos habrían tenido una muerte violenta. Los encontraron sin vida, en estado de descomposición, con restos de sangre, apilados y semi calcinados. 

Esta misma mañana el hombre ha sido trasladado desde el acuartelamiento de Tres Cantos hasta Arganda del Rey, donde pasará a disposición judicial y donde se espera que pueda hablar acerca de lo sucedido.